Qué mejor manera de empezar el año que con melodías placenteras después de los excesos navideños. Ya habrá tiempo de enfurecernos, pero hasta entonces nos sumergimos en la delicadeza de Sundays.

Sólo por una obra maestra como es el tema Here's Where The Story Ends esta banda de Londres ya se merece un hueco en nuestros corazones. Contenido en su primer álbum Reading, Writing And Arithmetic, (1990), que nos depara otros fragmentos de puro goce.

Con un estilo minimalista que recuerda por momentos a los Smiths, el gran encanto de Sundays reside en la cristalina y, a menudo, frágil voz de Harriet Wheeler unida a las sublimes melodías compuestas siempre a la par con el guitarrista David Gavurin, además del sostén de la batería de Patrick Hannan y el bajo de Paul Brindley.

Triste terciopelo

"Aquí se acaba nuestra relación" nos canta desencantada Wheeler vestida de un triste terciopelo con un envoltorio rítmico acogedor y unas subidas vocales para enmarcar.

 

La percusión de Hannan y los punteos animados de Gavurin nos dirigen a otra de las maravillas del disco, Can't Be Sure, en la que el despliegue vocal de Harriet es simplemente magistral con un esclarecedor reconocimiento: "Inglaterra es mi tierra, el hogar de la libertad, pero con un clima miserable, aunque también se puede ser feliz ¿Por qué llorar?".

Harriet Wheeler también puede ser enérgica y mandona, como en I Won ("Gané la guerra y me siento orgullosa"), una de sus canciones más vivas con despliegue guitarrero de Gurvin y acompañamiento consistente del batero.

Pasamos a Hideous Towns ("Ciudades horribles que me hacen vomitar") en otra demostración de la gran conjugación de la banda entre ambientes confortables que se van enturbiando. Quizás por eso comienza con "No me preguntes por qué".

Nos sumergimos en un remanso de paz, relativo en la letra, en You're Not The Only One I Know ("No eres al único que conozco"). Enésimo ejemplo de la colosal relación entre la voz y los instrumentos con mención especial a las acústicas de Gavurin.

A Certain Someone recupera la la animosidad con destellos buenos tanto de Harriet como de Gavurin, seguida de la cadencia embriagadora de I Kicked A Boy, recuerdos de cuando de muy joven rompió con un chico. Las referencias los Smiths son evidentes, pero Sundays le dan su impronta.

Acústicas de Gavurin y la melosa Wheeler nos lleva a su mejor hora, My Finest Hour, a la que sucede la no menos agradable Joy con desarrollo festivo. 

Por el camino nos dejamos la que abre el disco, Skin & Bones, carnal de piel y huesos y esos rebujitos memorables de Wheeler.

Y comieron perdices

La reedición en cd aportó tres bonos. Una versión del Sweet Jane de Velvet Underground, incluida en la banda sonora de la película Natural Born Killers; directo de Summertime, tema que se encuentra en su álbum Static & Silence, e Indian Summer, curiosa porque el cantante solista es el guita David Gavurin.

Como si se tratara de un cuento de hadas, Wheeler y Gavurin se casaron años después y concibieron a su primera hija, de nombre Billie (1995). No satisfechos con ello, aumentaron la familia con el varón Frank, en 1999. Su escaso legado es de tres discos y desde 1997 poco se sabe de ellos. Esperemos que sigan comiendo perdices.

¡A disfrutarlo, háganme el favor!

 THE SUNDAYS - READING, WRITING AND ARITHMETIC (1990)

.1. Skin & Bones

.2. Here's Where The Story Ends

.3. Can't Be Sure

.4. I Won

.5. Hideous Towns

.6. You're Not The Only One I Know

.7. A Certain Someone

.8. I Kicked A Boy

.9. My Finest Hour

10 Joy

- Todos los temas David Gavurin/Harriet Wheeler

- Otros discos recomendados: Blind (1992) y Static & Silence (1997).

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