SUFJAN STEVENS - SONGS FOR CHRISTMAS (2006 - 2012)
Escrito por: Javier Muñoz
Como el turrón, Magnetófono se complace en continuar la tradición de acompañaros durante estas fechas, ahora de la mano del sensible y mágico cantautor Sufjan Stevens,multiinstrumentista 'indie' que se ha convertido en referente navideño con más de un centenar de villancicos grabados.
Si los mejores deseos y muestras de cariño se desbordan en esta época, os invitamos a dejaros abrazar por la susurrante voz y minimalismo del nativo de Detroit educado en el folk y explorador de nuevos sonidos siempre con su personal sello de calidad.
Sufjan Stevens comenzó su devoción navideña en 2006 al recopilar en cinco álbumes Songs for Christmas y, seis años después, lo amplió con otros 58 temas tradicionales y propios en Silver & Gold.
Noche de Paz
Silent Night (Noche de Paz) es el villancico por antonomasia con 137.000 grabaciones registradas. Sufjan lo elige para abrir el disco con su delicada forma de cantar y rodeado de flautas, oboes, xilófonos, pianos y banjos que transmiten, precisamente, esa sensación de paz espiritual.
Oh Holy Night, O Come O Come Emmanuel. We Three Kings, The Little Drummer Boy (El tamborilero) o Amazing Grace son clásicos que Sufjan (nombre de origen árabe) interpreta con frágil voz en un halo casi místico.
La peor Navidad
Pero nuestro protagonista también ha compuesto decenas de villancicos que hacen las delicias de sus millares de incondicionales y con mensajes de que en estas fechas la felicidad no la siente todo el mundo.
Tal es el caso de That Was the Worst Christmas Ever!, una reflexión sobre el hecho de que muchas personas sufren por diferentes motivos en su vidas y la Navidad les provoca estrés y tristeza, como él mismo explica en su página web.
Get Behind Me Santa! Es otro tema propio en el que también expone las dos caras de la Navidad, aunque prevalecen al final los buenos deseos. El vídeo que incluimos lo grabó con una veintena de músicos y amigos en una fiesta musical de cuerdas, vientos, coros y base roquera.
Esa dualidad entre la magia navideña y escenas 'gore' en las que Santa Claus armado con un serrucho le corta el cuello al reno se combinan en el video de I'll Be Home For Christmas, mientras que Mr. Frosty Man es una animación en plastelina del muñeco de nieve con una explosión garajera que podrían haber firmado The Kingsmen (sí, los de Louie, Louie).
Por si alguien quiere seguir 'Sufjaneando' al final de este artículo les ofrecemos el colofón visual y hogareño de una chimenea con todos sus villancicos. En total casi cinco horas para empacharse a gusto.
Se abre la ventanilla de reclamaciones para quien atestigüe, con acta notarial, que no se le ha puesto el vello de punta cuando ha escuchado Wonderful World, Only Sixteen, Cupid, Shake, Chain Gang, Bring It On Home To Me…
'El hombre que inventó el soul'
Este título de uno de sus discos póstumos podría ser la más adecuada definición de Sam Cooke. Antes de que nacieran sellos como Stax y Tamla Motown y de que la música popular negra invadiera las listas de éxito y las pistas de baile este apuesto hijo de Charles S. Cook, reverendo de un pueblo de Mississippi, ya encandilaba con su voz de terciopelo.
El blues puede presumir de tener casi tantos reyes como los de Taifas y Godos, pero ninguno como Riley Ben King, apodado Blues Boy King y universalmente conocido como B. B. King, que expandió este género a todas las audiencias.
Dotado de una fascinante elegancia para hacer llorar, reír y hasta enfurecer a su inseparable guitarra Gibson Lucille en constante competición con un imponente vozarrón, King se erigió en el mayor protagonista de este género con una prolífica carrera que abarcó más de 60 años.
Recolector de algodón en su Misisipí natal, su primo Bukka White le enseñó a tocar la guitarra que ya nunca abandonó. Fue profesor rural y con 23 años se instaló en Memphis, formó su propia banda, muy influenciado por estilo de T-Bone Walker, trabajó de DJ en una radio y despegó sin retorno a principios de los 50.
Son innumerables los ejemplos de actores/actrices que han hecho sus pinitos en la música, y viceversa, pero pocos tan divertidos y refrescantes como Tracey Ullman, quien además canta de maravilla.
Antes de saltar a la fama como conductora de programas televisivos de entretenimiento y masivo éxito en Estados Unidos, esta comedianta británica grabó dos discos para Stiff, el emblemático sello de la ’New Wave’, con una atractiva imagen sesentera de cabellos cardados y vestimenta que curaría a más de un daltónico.
Magistralmente tutelada por la siempre añorada y favorita de esta web, Kirsty MacColl, Ullman debutó en 1983 con el álbum You Broke My Heart in 17 Places (Me rompiste el corazón en 17 lugares) y el acierto añadido de versionar estupendas canciones de marcado sello femenino.
¡Qué placer da cuando una canción te atrapa desde la primera nota! Seguro que lo compartimos con Wild Thing, cuya irresistible fuerza catapultó a lo más alto a los ingleses The Troggs en 1966.
Insignes representantes de la vena más rockera de la British Invasion. Después de un fallido primer single estos 'Trogloditas', como se llamaban al principio, descubrieron una demo del cantautor americano Chip Taylor, originalmente grabado sin repercusión por The Wild Ones, para convertirla en himno, elevada después a los altares por Jimi Hendrix en el festival de Monterrey y semilla diez años antes del espíritu punk.
Qué mejor manera de empezar el año que con melodías placenteras después de los excesos navideños. Ya habrá tiempo de enfurecernos, pero hasta entonces nos sumergimos en la delicadeza de Sundays.
Sólo por una obra maestra como es el tema Here's Where The Story Ends esta banda de Londres ya se merece un hueco en nuestros corazones. Contenido en su primer álbum Reading, Writing And Arithmetic, (1990), que nos depara otros fragmentos de puro goce.