¿Verdadero o falso?: María Ostiz, la musa de la canción católica y apostólica, empezó en un grupo de garaje; los populares actores de la España cañí Conchita Velasco, Alfredo Landa o Tony Leblanc experimentaron con la psicodelia; la folclórica Encarnita Polo exploró el funky-soul o la presentadora de TVE Marisa Medina se adentró en el sonido groove.

Pues aunque parezca increíble, es cierto. Eso y mucho más depararon los alegres años 60 y principios de los 70 en la música española, cuando predominaron como nunca las cantantes y los grupos liderados por mujeres.

¡Chicas!, recopilada y comentada por Vicente Fabuel con una esmerada presentación, es un espléndido mosaico que recoge bastantes de los mejores momentos musicales del sexo ¿débil?.

¡Quién dijo que en España no éramos modernos!

Para empezar, todo un bombazo con el elocuente título de Cha Cha Twist y una soberbia producción made in USA para la madrileña Margarita Sierra, que canta con todo el sabor latino. Pudo ser una gran estrella de Hollywood (intervino en la serie surfera Rompeolas junto al guaperas rubio Troy Donahue), pero murió con tan solo 26 años de un ataque al corazón.

Le sigue otro temazo, las gemelas aragonesas Pili y Mili (cuya foto aparece en la portada del disco) que triunfaron en México y aquí suplican por Un chico moderno "que vea cine francés, que nunca se acueste temprano y se despierte a las 3", todo ello con un potente sonido beat.

La televisiva Marisa Medina, de la mano de su marido Alfonso Santisteban, productor y arreglista, nos impacta en No te acuerdas de mí, una base a toda revolución con la batería y el bajo endiablados, guitarras, vientos, metales con unos cambios dignos de haber sido grabados en Memphis.

Sin alejarnos de la 'black music' el trío catalán Los Stop se descuelga con una estupenda versión de Reach Out, I'll Be There de los Four Tops, fielmente traducida como Extiende tus brazos, y la voz con mucha garra de Cristina. Probable inspiración para Greta y los Garbo.

Llovió es otra superproducción groove de Alfonso Santisteban para Ellas, trío de modelos madrileñas envueltas en una batería incesante que convive con los vientos y hasta los violines.

Aires de psicodelia en la canción Contrapunto con un órgano difuso y la voz mortecina de la solista del oscuro grupo madrileño Los Que Vivimos (antes Los Inters). Crescendo apoteósico al son de un piano eléctrico para volver a la calma y terminar en plena tempestad. Atisbos también de canción protesta.

Sonia, stoniana de raza

Entre las muchas joyas que contiene el disco emerge la majestuosa versión del Get Off Of My Cloud de los Rolling Stones. Robusto sonido garajero del grupo Latin Combo y la voz magnética de la catalana SoniaAquí en mi nube. Genial la letra con las quejas de los vecinos por la música infernal que suena, pero ella está en su nube.

Marisol fue la niña actriz por excelencia de esos años, de la que todos estaban prendados, pero fue creciendo y se atrevió con nuevas vibraciones, como Johnny, cantada en inglés, de la mano del Brinco Fernando Arbex. De nuevo la base rítmica candente y reminiscencias hindúes. Era 1967 y los Beatles ya tenían maharashi.

Pasamos a otra niña prodigio, Alicia Granados (solista años después de Nubes Grises) que con solo 10 primaveras grabó la alegre popería Batiendo Palmas. Dos años después ganó el festival de Benidorm por delante del rockero Bruno Lomas.

La venezolana Mirla era una cantante de raza que no se sometía al macho con Déjame en Paz, tema del famoso compositor de Raphael y tantos otros, Manuel Alejandro. Orquestada pero con mucha epidermis.

Lorella, María Ostiz antes de comulgar

¡Y llegó el gran hallazgo!. Resulta que María Ostiz, antes de que sus canciones sonaran en las misas de los domingos, se hacía llamar Lorella y se acompañaba de un genuino grupo garajero, los ShakersSola Estoy de 1965, firmada por ella misma, no desmerece del mejor estilo beat con punteos aguerridos de guitarras y un órgano posesivo.

No salimos del asombro con Love, Love, Love una auténtica cachondada de los Hippy-Loyas, nombre que incluía a los actores Conchita Velasco, Tony Leblanc, Alfredo Landa (el batería) y Manolo Gómez Bur. Desmadre psicodélico de la película "Un día al año ser hippy no hace daño", pero con la banda Los Brisks creando la apropiada atmósfera lisérgica. El fragmento del film que acompaña este comentario no tiene desperdicio.

Vainica Doble formaron el dúo femenino con mayor talento de la música española, tanto por sus letras como por su personalidad. Carmen Santonja y Gloria van Aersen se sumergen también en la psicodelia con La máquina Infernal en una mezcla esquizofrénica de rock progresivo y flamenco.

Le sucede un tornado soul titulado Por eso vuelve, por favor de los argentinos Los Tíos Queridos. Comandados por Joe Borsani, quien se afincó posteriormente en España con su nuevo grupo Sissi y para coadyuvar a su entonces mujer Ruby, que con los Casinos protagonizó un emblema de la Movida: Yo tenía un novio que tocaba en un conjunto beat.

Continuamos con reconfortantes dosis de R&R de la chilena Fresia Soto con Desencadena mi corazón, versión del Unchain My Heart que popularizaron Ray Charles y Joe Cocker, y más ambiente soul de la desconocidaMarisel que solloza Mi Baby.

La sevillana Encarnita Polo demostró que se desenvolvía con igual soltura en la copla como en ambientes calientes salseros con toque árabe. Así lo hace en Hava Naguila con la dirección de Adolfo Waitzman. Imposible no bailarla.

 

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