Antonio Vega siempre será reconocido por haber compuesto Chica de ayer, el eterno himno de la 'Movida', pero tras regalarnos con Nacha Popun abundante ramillete de memorables canciones asumió el arriesgado reto de reinventarse en solitario, y lo hizo nuevamente con nota.
Publicado en 1991, No me iré mañana supone otro impagable obsequio de soberbias canciones que reflejan el intimismo de 'ese chico triste y solitario': letras lúcidamente engarzadas unido a su innato talento para crear un mosaico musical que bascula entre el potente legado de los Nacha y episodios de su laberíntico universo interior.
Mentira, verdad
"Voy a revelar una historia que a veces es mentira y otras no es verdad (...) y pasó tanto tiempo que llegué a ver sombras en color", constante dualidad de Antonio que se plasma en Esperando nada, embadurnada de un arrebatador juego de guitarras y punteo sublime junto a Manolo Rodríguez.
Quizás nostalgia o ímpetu natural para no desprenderse de lo mucho vivido con Nacha Pop nos inunda la fascinante Lo mejor de nuestra vida. Ritmo acelerado de la mano de Chucho Merchán (bajo) y Erick Franklin (batería), guitas afiladas y la crónica espléndidamente cantada de un ruptura 'amistosa'.
Vitamínicas son igualmente la funky Síguelo, rítmicas inquietas, vientos envolventes, cambio de registros vocales de Antonio y punteo final salsero, entroncado con los efluvios caribeños de No me iré mañana en un sincopado compás reggae y duelo guitarrero con Manolo Rodríguez.
La última montaña evoca el rock tan intenso como contenido de su etapa anterior con una base firme, destellos guitarreros y de nuevo la elegancia vocal. "camino sin ver el final y el paso que no he dado ya está atrás".
Se dejaba llevar
A la altura de una de sus joyas creativas en Nacha Pop, como es Una décima de segundo, emerge con una preciosa delicadeza Se dejaba llevar por ti, mecida por la percusión del productor Carlos Narea, envuelta en las acústicas y la voz de terciopelo de Antonio: "azul, líneas en el mar, qué profundo y sin domar acaricia una verdad".
Intimidad lánguida transmite Tesoros por donde transita la voz cambiante en un fondo orquestado, en contraste con Guitarras, animada elegía del instrumento de las seis cuerdas que él dominaba como pocos y demuestra con su habitual clase en los solos de Mis dos amigos.
Caprichosamente dejamos para el final la que abre el disco, Háblame a los ojos, un placentero remanso de acústicas y adictiva melodía: "quiero que entiendas que debe haber un par para ser dos".
En el alambre
El sitio de mi recreo, Mi hogar en cualquier sitio, Anatomía de una ola, Como lluvia al sol, vapor son algunas de las grandes canciones que Antonio Vega escribió en los sucesivos álbumes. Una desigual 'lucha de titanes' entre su devoción y su adicción, hasta que esa permanente vida en el alambre se desvaneció el 12 de mayo de 2009.
Nos seguimos dejando llevar por ti.
¡A disfrutarlo, háganme el favor!
ANTONIO VEGA - NO ME IRÉ MAÑANA (1991)
.1. Háblame a los ojos
.2. Esperando nada
.3. Lo mejor de nuestra vida
.4. Tesoros
.5. Síguelo
.6. La última montaña
.7. Se dejaba llevar por ti
.8. Guitarras
.9. Mis dos amigos (Antonio Vega/Carlos Vega)
10 No me iré mañana
. Todos los temas compuestos por Antonio Vega, salvo donde se indica
- Otros discos recomendados: Océano de sol (1994), Anatomía de una ola (1998), De un lugar perdido (2001), El sitio de mi recreo (recopilatorio).
Este agosto se cumplen ya 50 años de Woodstock, el primer gran festival de rock que supuso la irrupción de la contracultura juvenil para proclamar el amor, la paz y la libertad.
Medio siglo después, la fiebre de los festivales está en pleno auge con decenas de ofertas de todos los estilos y no hay un pueblo o ciudad que se precie sin un cartel musical veraniego, si bien el gran homenaje previsto para conmemorar el evento en el mismo escenario y con casi un centenar de participantes se ha suspendido apenas hace unos días por problemas de organización.
¿Cuál es la mejor película de la historia, el mejor futbolista, dónde se come la mejor paella o el mejor disco de los Beatles?. Afortunadamente, la respuesta dista de ser unánime.
A Hard Day's Night, Help, Rubber Soul, Sgt. Pepper's, el doble blanco, Abbey Road y Let It Be son obras que muchos dariamos un brazo y la mitad del otro por haber compuesto, al menos, una canción de ellas. Aunque parezca imposible existe otro excelso álbum aparentemente tapado, Revolver, que se conserva sin una arruga al cumplir medio siglo.
Han pasado 30 años, pero la denuncia de la violencia machista, el racismo y el quebranto de los derechos humanos que proclamaba Tracy Chapman cuando irrumpió de forma grandiosa en la escena musical siguen, a nuestro pesar, plenamente vigentes.
Las descarnadas canciones de esta cantautora de Cleveland, envueltas en una cautivadora belleza, afortunadamente sí encontraron el eco en la audiencia al ganar su disco de debut tres Grammys y vender millones de copias.
Asimismo, adquirió proyección mundial al participar en el multitudinario homenaje en Wembley a Nelson Mandela por su 70 cumpleaños, en junio de 1988.
El caprichoso destino ha querido que el postrero testamento discográfico de Tom Petty fuera con la banda con la que empezó: Mudcrutch.
Cual involución al nacimiento, lo más reciente que tenemos en estudio de uno de lo más grandes roqueros de la historia que nos dejó desamparados el pasado 2 de octubre data de apenas un año.
Se trata de la segunda entrega del grupo con el que se bautizó en su natal Gainesville (Florida) a principios de los 70, aunque entonces solo llegaron a publicar un single en 1975, meses antes de que el mundo sucumbiera a American Girl.
Ahora que se suceden misiones espaciales a Marte o a la Luna resulta que mucho más cerca unos terrícolas germinaron la deslumbrante constelación de estrellas Traveling Wilburys, integrada por los astros Bob Dylan, George Harrison, Tom Petty, Roy Orbison y Jeff Lynne.
Las cinco luminarias se juntaron en 1987, a instancias del Beatle, para grabar un tema en las sesiones de su álbum Cloud Nine, coproducido por Lynne. Harrison quedó tan contento que les convenció para desatar el definitivo ‘Big Bang’ al año siguiente. Se inventaron el apellido y así nació la mayor superbanda de la historia: los viajeros Wilburys.
Desde el primer surco nos contagian de ambiente mágico que seguro disfrutaron en la grabación, sin egos, solidarios al coescribir todas las canciones, fraternales en el reparto vocal con protagonismo para cada uno.