Geoff Palmer & Lucy Ellis: sentados sobre el arcoíris

"Your Face is Weird", de Geoff Pamer y Lucy Ellis, fue publicado en otoño, pero por su tono vital y luminoso es un perfecto compañero de viaje para esta primavera que llama a la puerta.
"Your Face is Weird", de Geoff Pamer y Lucy Ellis, fue publicado en otoño, pero por su tono vital y luminoso es un perfecto compañero de viaje para esta primavera que llama a la puerta.
Nova Waves son un cuarteto con una característica singular. No son de ninguna parte. Así que, si un día son famosos, nadie podrá llamarlos 'los cuatro de...'. Uno de sus componentes, Frank, vive en Australia; otro, Fred, en Francia; el tercero, Cris, en Madrid; y el cuarto, Higinio, en Cádiz.
Érase una vez un hombre que amaba la música sobre todas las cosas. Había compuesto cientos de canciones, grabado decenas de discos y tocado miles de conciertos, en grandes estadios y en garitos mínimos, en países remotos y al lado de su casa.
Cuando en 2019 Bruce publicó "Western Stars" anunció que no tardaría en reunir a la E Street Band para grabar. No era una tremenda novedad, porque la banda había estado recientemente con él no sólo en las giras, sino también en varios de sus discos anteriores, pero en torno al anuncio planeaba la sensación de que esta vez iba a ser distinto, que Bruce quería ofrecer a sus fans lo que llevan años esperando.
Qué turbador, qué difícil enfrentarse al nuevo disco de Ryan Adams, que aparece en las plataformas digitales sin aviso previo y que es de una belleza intensa. Se titula 'Wednesdays' y se esconde tras una portada de museo: el cuadro 'La Estación del Norte', de Siebe Johannes ten Cate.
Reconforta saber que algunas de las compositoras que hace tres o cuatro décadas pusieron voz y música a una nueva forma femenina de andar por la vida y de afrontar éxitos y fracasos sigan ahora, en plena madurez, sobradas de cosas que decir y con ganas de agarrar una guitarra para contarlas.
En 2019 Bob Mould grabó el disco más optimista de su carrera. Al hombre, después de cuatro décadas, le dio por dejar sus demonios a un lado y fijarse en la vertiente luminosa de la vida. Lo llamó "Sunshine Rock” y la brillante colección de canciones concluía entre violines con la bella “Western Sunset”.