'Sunny Came Home' (Shawn Colvin): canciones que no envejecen
Escrito por: Natalia Arriaga
Como las personas, hay canciones que envejecen mejor que otras.
Shawn Colvin nos recuerda que hace ya 25 años que grabó el álbum 'A Few Small Repairs', que incluye el que puede considerarse el único 'hit' de su carrera, 'Sunny Came Home'. Y volver a escuchar esta canción fascinante es sentir de nuevo una magia que permanece intacta.
El tema cuenta de forma velada, con alusiones más que con hechos, una historia brutal: la de una mujer dispuesta a quemar la casa de sus vecinos. Pero la melodía es tan delicada, la voz de Colvin tan transparente, que el contraste es tremendamente atractivo.
"Sunny llegó a casa con una lista de nombres.
Ella no creía en la trascendencia. Ya es hora de hacer unas pequeñas reformas, se dijo. Sunny llegó a casa con una venganza. Dice: 'Los días pasan, no sé por qué voy andando sobre un cable. Cierro los ojos y vuelo fuera de mi mente hacia el fuego'"
Colvin escribió 'A Few Small Repairs' (1996), su cuarto disco, en medio del dolor de un divorcio reciente. Contó con Lyle Lovett entre los guitarristas invitados y el trabajo logró tal popularidad que sorprendió a la propia compositora. Los Grammys al mejor disco y a la mejor canción del año pusieron la guinda al pastel.
"Nunca me había considerado una artista de 'hits'. Hicimos el disco que nos apetecía y nos lo pasamos bien. La ironía es que del álbum salió un 'hit' llamado 'Sunny Came Home'. Y os voy a decir una cosa sobre lo de tener un 'hit': es divertido. Y aún me encanta tocarlo", ha dicho Colvin estos días al recordar el 25 aniversario de aquel hito en su carrera.
También ha desvelado algunas curiosidades sobre la célebre portada del disco: un cuadro de la artista Julie Speed llamado 'Incendiar el mundo', en el que una mujer con tres ojos sujeta una cerilla mientras al fondo arde el paisaje, fue su inspiración para escribir la letra de 'Sunny Came Home'. Speed le cedió entonces el derecho de utilizar ese cuadro como portada y también el título de otra de sus obras para bautizar el álbum.
Llegaron luego otros cinco discos, pero Colvin no volvió a lograr otro éxito tan comercial como el de 'Sunny...'. Tampoco lo buscó. Sus cuidadas grabaciones y sus escogidas colaboraciones colmaban sus expectativas y las de sus fieles seguidores.
La discografía de Colvin incluye dos álbumes de versiones, un apartado en el que es particularmente brillante. En 1994 grabó 'Cover Girl' y en 2015 'Uncovered', en los que pone su sensibilidad al servicio de temas de Warren Zevon, Bruce Springsteen, Paul Simon, Tom Waits, Bob Dylan o Sting.
Tras colaborar durante toda su carrera con grandes estrellas como Suzanne Vega (hizo los coros en 'Luka'), Béla Fleck, Mary-Chapin Carpenter o James Taylor, de rehabilitarse del alcoholismo, de poner su voz en algún episodio de Los Simpson y de aparecer en un capítulo de Treme, en 2016 dio una brillante vuelta de tuerca a su trayectoria al unir fuerzas con Steve Earle y grabar el fantástico 'Colvin & Earle'. Los dos amigos, que se admiraban mutuamente desde hacía años, alternan las composiciones propias con, de nuevo, las versiones de algunos de sus ídolos. Buddy Miller se dio el gusto de producir ese encuentro feliz, sobre el que un diario británico tituló: "Nueve divorcios, dos adicciones y una mezcla perfecta".
La última vez que Colvin se metió en el estudio de grabación fue en 2018 para dar forma a 'The Starlighter', un disco inspirado en un libro de cuentos infantiles.
Pero en directo no para y a sus 65 años sigue adorando la carretera. Con la vuelta de la actividad a los escenarios estadounidenses, la cantante de Dakota ya tiene programados más de treinta conciertos de aquí al próximo mes de mayo a lo largo y ancho de la geografía de su país.
No es casual que la música caribeña por antonomasia lleve aparejado el adjetivo de salsacaliente porque la profusión de percusiones, vientos, guitarras y teclas que acompañan sus canciones picantes y sensuales es una obligatoria incitación al baile para exudar las toxinas combatiendo con toda la sabrosura los rigores veraniegos
Si hay un combo que representa la magnitud de la salsa y su propagación mundial es la Fania All Stars, sello fundado en Nueva York a finales de los 60 por el flautista, arreglista y compositor dominicano Johnny Pacheco y que ha aglutinado a decenas de los más granados artistas latinos hasta la actualidad.
El elenco es impresionante y casi interminable. Baste citar a cantantes como el panameño Rubén Blades, la legión de puertorriqueños: Héctor Lavoe, Cheo Feliciano, Adalberto Santiago, Ismael Miranda...; la cubana Celia Cruz o el neoyorquino de origen boricua Willie Colón.
Además de los músicos Ray Barreto, Pappo Luca, Bobby Valentín, Mongo Santamaría, Roberto Roena, Yomo Toro, Louie Ramírez, el propio Pacheco e ilustres invitados de la talla de Tito Puente (compositor de Oye cómo va), Joe Bataan, Manu Dibango, Jorge Santana (hermano de Carlos) o Bobby Cruz, entre muchos
Quítate tú pa ponerme yo
Cual reguero de pólvora la fama de la Fania se extendió rápidamente con conciertos multitudinarios, primero en Nueva York (en el Yankee Stadium congregaron a más 40.000 espectadores) después en el Coliseo Roberto Clemente de San Juan (Puerto Rico) y paulatinamente por todo el orbe, de Zaire a Japón y también España, donde actuaron en el Palacio de los Deportes de Barcelona en 1981.
Quítate tú, una exaltación festiva con participación de todos escrita por Pacheco y Valentín, se convirtió enseguida en su estandarte en conexión con el público.
Lavoe, nacido en Ponce y probablemente el más carismático del grupo con el micrófono en la mano, interpretó varias de las imprescindibles en directo como Mi gente.
"Mi gente ¡ustedes! Lo más grande de este mundo. Siempre me hacen sentir
un orgullo profundo", evidencia su capacidad natural para ganarse al respetable y hacerles partícipes de la fiesta salsera.
Pedro Navaja
Otra de las atracciones de la Fania era incluir temas de sus estrellas, como es el caso de Rubén Blades con su inmortal y trágica Pedro Navaja, que primero grabó con Willie Colón en su álbum Siembra de 1978. Se trata de la canción salsera más vendida de la historia.
Cuenta la muerte de un mafioso y proxeneta que deambula por las calles de Manhattan y se encuentra con Josefina, una prostituta que se había independizado de él. Pedro Navaja enfurecido la acuchilla pero ella también consigue dispararle mortalmente. Ambos quedan tendidos en la acera y un borracho que pasaba por allí les roba sus pertenencias.
La gata y el ratón
Cheo Feliciano fue otro de los cantantes estelares de la Fania, especialmente por El ratón, una metáfora sobre la insistencia de una gata en perseguir a un gato.
"El ratón es un concepto, se trata de seres humanos proyectados en animales, que equivale a ‘un sapo’ (un chismo) que lleva y trae y causa líos. Hubo una situación en nuestro Sexteto, donde una mujer de algún músico nos mantenía en agua caliente, mejor en candela, por ella surgieron problemas continuos", comentaba Feliciano.
Mención especial al estupendo solo de guitarra de Jorge, el menor de los hermanos Santana.
¡Azúcar!
La habanera Celia Cruz, indiscutible reina de la salsa, fue la única mujer integrante del combo durante su etapa en los 70 con un tremendo reconocimiento que continuó con la Sonora Matancera y en solitario.
Con la Fania solía cantar el popular tema de los Gypsy Kings Bamboleo, realzado con su imponente voz y el emblemático grito, intransferible seña de identidad: ¡Azúcar!
Ponte duro
Fiel ejemplo de la extraordinaria fuerza que desencadenaba la Fania en directo lo encontramos en Ponte duro. Un torrente sónico de timbales, bongos, congas, maracas, batería, el piano embalado, el abrazo que todo lo abarca de la sección de vientos mientras el coro repite incesante las dos palabras del título.
Lavoe tenía fama de llegar siempre tarde y Pacheco le escribió la divertida Rey de la puntualidad. Sus compañeros le dicen: "Tu gente quiere oír tu voz sonora, nosotros solo queremos que llegues a la hora", y el 'cantante de los cantantes' les da la replica: "Están equivocados, se lo digo como un hermano, no soy yo quien llega tarde, ustedes llegan muy temprano".
La llama no se apaga
Superado el medio siglo de existencia, la mayoría de sus integrantes han muerto pero la llama de la Fania All Stars no se ha apagado. Hasta 2021 la siguió dirigiendo Johnny Pacheco, que falleció a los 85 años, y desde entonces el combo no ha dejado de actuar esporádicamente para perpetuar su espíritu festivo y vitalista.
¡A disfrutarlo, háganme el favor! Ahhh y ¡Azúcarrrr!
Discos recomendados: Live At The Red Garter (1968), Live At The Yankee Stadium (1975), Viva La Charanga (1986), Live In Puerto Rico (1995), Ponte Duro: The Fania All Stars Story (recopilatorio, 2010).
Su anterior álbum. "Five More Days and a Matter of Somewhere", pasó totalmente inadvertido a pesar de ser un bonito ejemplo del género Americana realizado en la vieja Europa.