"Una de las celebraciones más bellas de la adolescencia en el rock and roll". Así de lapidaria es la descripción de "Thirteen" ofrecida por la revista Rolling Stone en su lista de mejores canciones de todos los tiempos.
Grabada en 1972 e incluida en el primer disco de Big Star, no fue precisamente un éxito. De hecho, ni siquiera fue elegida como single. Según ha confesado su autor, Alex Chilton, sus destrezas a la guitarra en aquel tiempo eran manifiestamente mejorables.
Sin embargo, "Thirteen", junto a otras canciones de Big Star, se convirtió en fuente de inspiración para muchos grupos que vinieron décadas después. Y sigue siéndolo.
Esos acordes del libro lección 1 de guitarra y esa melodía tan sencilla como hermosa arropan una tierna historia de amor adolescente, que incluye colegio, entradas para el baile del viernes, padre coñazo y canción de los Stones ("Paint in black") como código compartido de la pareja. Y sobre todo esa declaración rotunda "el rock and roll está aquí oara quearse".
"¿No querrías decirme lo que estás pensando? / ¿Te quedarías fuera de la ley por mi amor? / Si es que sí, dímelo / Si es que no, bueno, puedo irme".
Vaya , pues al final la cosa no es tan inocente. ¿No tenían 13 años? ¿Por qué ella se puede convertir en proscrita? Sólo Chilton lo sabría, supongo.
Cuando fue grabada, la canción parecía pasada de moda porque bebe directamente de lo que Beatles y Byrds ya habían hecho varios años antes. Sin embargo, el tiempo la convirtió en referencia imperecedera para sucesivas hornadas de rockeros.
Prueba de ello es que la han grabado Elliot Smith, Wilco, Magnapop o Mary-Lou Lord, entre otros muchos, y que sus huellas se ven en muchas canciones de los Posies o de Teenage Fanclub, que incluso bautizaron como "Thirteen" a su tercer disco. La versión favorita de Chilton era esta de Garbage.