Delicioso sonido el de esta poco prolífica cantante californiana que desde la publicación de su ep de debut, A moment to break, en enero de 2009, se ha limitado a comercializarlo en forma de Cd, lo que para los más de 250.000 seguidores que tiene en myspace es sin duda insuficiente.
Es probable que Sheryl Crow no guarde buenos recuerdos de su tormentosa relación entre 2003 y 2006 con Lance Armstrong, el mayor tramposo del ciclismo al ser desposeído por dopaje de siete títulos del Tour de Francia, pero sí puede estar orgullosa de su trayectoria como una de las máximas figuras del rock que emergió en los 90 y mantiene el fulgor, ya que acaba de anunciar una nueva entrega para el venidero 2024.
Atraída desde niña por la música (sus padres tocaban en una orquesta) dio clases de piano, a los 13 años ya componía y cantaba en el colegio, se graduó en clásica y cumplidos los 16 formó su primera banda. Su Missouri natal se le quedaba pequeño y en 1986 emprendió la aventura del sueño californiano.
Desde su consolidada posición actual, el rocker madrileño realiza una décima entrega que me ha ido calando poco a poco y que ya ha conseguido instalarse entre mis favoritas del año. Siempre estuvo claro, desde aquel lejano e incomprendido "Personal" del año 98, que este artista tan tímido como resistente y generoso vivía POR y PARA su oficio: el de fabricar canciones destinadas a perdurar.