El estallido de la ‘Movida madrileña’ entre los 70 y los 80 supuso la mayor revolución musical española jamás vista (y quizás no repetida) con la irrupción de incontables bandas tan dispares en el estilo, imagen y postureo, pero cuatro décadas después solamente el talento y vigencia de algunas ha superado la criba, entre las que incluimos a los Pistones como estandartes del valioso ‘pop energético’; basta escuchar Los Ramones, El pistolero, Persecución, Metadona, Flores condenadas, Rico o pobre…
Las nuevas tecnologías de la comunicación han destruido gran parte de la magia en lo que a forma de descubrir y escuchar propuestas musicales se refiere. Bien, vale, el termino destruir puede parecer algo exagerado. ¿Alguien aceptaría mejor el verbo reconvertir?.