(What's So Funny'Bout) Peace, Love and Understanding es una de esas canciones versionadas mil veces, así que no es fácil que alguien pueda aportarle algo a estas alturas.
Kurt Baker y los Reactivos castellonenses lo hacen. En sus manos el buenismo irónico de Nick Love se transforma en una feroz andanada llena de guitarras vibrantes y cantada con pasión por el norteamericano.
No es la primera versión que Baker hace de sus amados Nick Lowe y Elvis Costello y seguro que no es la última. Grabada en 2011 junto a los Reactivos, el sello norteamericano Wicked Cool Records la rescata ahora para "The Lost Weekend EP", un artefacto de siete canciones de Kurt Baker, todas ellas rarezas o inéditas, como es el caso de esta.
La maravillosa e intemporal (What's So Funny'Bout) Peace, Love and Understanding fue compuesta por Nick Lowe y originalmente grabada por su grupo, Brinsley Schwartz, en 1974. Su autor la concibió con un cierto tono humorístico sobre la declinante cultura hippie y, pese a sus virtudes más que evidentes y a esa arrebatadora intro a lo Pete Townshend, la canción pasó bastante desapercibida.
Enseguida la realidad vino a recordar que paz, amor y comprensión no son cuestiones que puedan tratarse con ligereza en un mundo siempre propenso a pasarlas por encima, así que la versión que hizo Elvis Costello en 1978, en el registro nuevaolero que por aquellos días bordaba el señor Declan Patrick MacManus, la sentó de maravilla y la hizo más popular.
La versión de Costello apareció inicialmente como cara B de "American Squirrel", interpretada por Nick Love. ¡Menudo single! Se ponen los pelos de punta solo de pensarlo. Los dos genios compartían sello, el mítico Stiff, y su relación también era profesional porque Love estaba detrás de los controles en los primeros trabajos de Costello.
Un breve paseo por You Tube sirve para hacerse una idea de cuántos y cuan distinguidos músicos han interpretado (What's So Funny'Bout) Peace, Love and Understanding a lo largo de los años, Una de esas interpretaciones, la que hizo Curtis Stigers para la banda sonora de la película "El Guardaespaldas", saldó la deuda que la justicia cósmica tenía con Nick Lowe y llenó sus bolsillos con royalties de los millones de discos vendidos.