Una nueva canción de Ray Davies es siempre una promesa de un instante especial, quizá único. Ha escrito tantas memorables que es obligado esperar lo mejor.
Aunque hayan pasado diez años de su disco anterior. Aunque sus tiempos dorados parezcan lejanos.
Por suerte, no vamos a tener una, sino quince, incluidas en "Americana", su nuevo álbum, que se publica el 21 de abril y que ha grabado con los Jayhawks como grupo de acompañamiento en los estudios Konk de Londres, fundados por sus Kinks en 1973.
Ya conocemos un par de ellas, "Poetry" y "Rock 'N'Roll Cowboys", la segunda una pieza country interpretada con maestría y la primera una delicia al alcance solo de talentos como el de Davies.
En "Poetry" Ray vuelve a temas clásicos en su universo. Una sociedad dominada por la tecnología que satisface las necesidades con productos de todos los colores y todos los sabores, pero que se olvida de lo que realmente importa, de lo que no tiene precio porque no se puede comprar. Como ese amor que cuanto más difícil de conseguir más valioso se vuelve.
Como trasfondo la lucha entre el individuo y lo que Davies llama corporación -algo así como el sistema- que recorre la obra del genio londinense desde que empezó a hacer sus pinitos en la casa paterna de Muswell Hill y que constituyó el hilo argumental de su "autobiografía no autorizada X-Ray" (1994).
Ray, que a lo largo de su carrera ha creado escuela como cronista de la vida inglesa a través de la amplia galería de situaciones y personajes que desfilan por sus canciones, ha posado su mirada esta vez en Estados Unidos, donde vivió con los Kinks momentos mágicos pero también otros dramáticos.
Desde su estreno en los USA en los tiempos de la invasión británica al disparo que recibió en 2004 en Nueva Orleans cuando perseguía a dos ladrones que habían robado el bolso a su novia, pasando por los cuatro años que The Kinks tuvieron prohibido tocar en Estados Unidos o su vuelta en los ochenta convertidos en artistas de masas.
"Americana", además del tercer álbum en solitario de Ray Davies, es el título de otra obra autobiográfica, de dos volúmenes -el primero se publicó en 2013 y el segundo saldrá la venta en unos meses- que narra sus aventuras y desventuras en el nuevo continente.
Sin noticias de la ansiada reunión de los Kinks, que hace unos pocos meses se veía próxima y ahora parece alejarse, a los fans de la banda se les acumula el trabajo: el 31 de marzo Dave Davies, el hermanísimo, también publica nueva entrega, "Open Road", que ha escrito y grabado con la colaboración de su hijo Russ. Como de costumbre Ray y Dave se mantienen incondicionalmente unidos en su desunión, hasta para editar discos.
Aún hay más. El año ha comenzado para Ray con la distinción de Caballero del Imperio Británico. ¿Sir o no Sir? Pues Sir. Porque el padrino del brit pop -y del brit rock de todos los tiempos- ha roto los pronósticos y aceptará la púrpura. Pero ¿quién mejor sino él para portar tan noble estandarte?