El mundo del rock es un eterno retorno. En el sentido literal y en el figurado. En lo que respecta a la música y en lo que se refiere a sus protagonistas.
Gran parte de los retornos son prescindibles, bastantes intentan hacer caja con la nostalgia y muchos menos tienen algo que añadir a lo dicho en su día.
Entre los regresos más jugosos de los últimos meses para Magnetófono.com está el de Paul Westerberg. No lo hizo solo, sino junto a Juliana Hatfield, bajo la etiqueta The I Don't Cares.
Los dos príncipes del rock alternativo, -él durante la década de los ochenta, ella de los noventa- se marcaron "Wild Stab", un gran álbum construido a partir de demos guardadas en el cajón por Westerberg durante los últimos quince años.
Mientras Hatfield ha seguido grabando regularmente y el pasado año publicó el excelente "Whatever My love", el exlíder de los Replacements no había pasado por el estudio desde 2008, aunque en 2014 y 2015 reunió a la mítica banda de Minneapolis para una extensa gira que llegó a un abrupto e inesperado final en el Primavera Sound de Oporto en junio de 2015.
"King Of America" es uno de los momentos gloriosos de "Wild Stab" y una de las mejores canciones de Westerberg en muchos años.
He limpiado tus suelos / He fregado tus baños
He barrido bajo tus pies / He trabajado en tus tiendas
Cada muchacho consigue una oportunidad
Te estás riendo de mi pero ahora me toca a mí sangrar
Gritalo / Rey de América / quiero ser el Rey de América
En cuanto a temática, "King of America" se sale del universo habitual de Westerberg y es probablemente una de las canciones más "políticas" que ha grabado nunca, un descarnado paseo por las sombras del sueño americano, un poco al modo de Springsteen.
He esperado en tus largas colas / He sudado bajo tu sol
Me he pateado tus fábricas / Todo sin un rifle
ahora me toca a mí correr
Dame algo / dame algo que yo pueda ser
Westerberg trabajaba como portero cuando descubrió a los hermanos Stinson ensayando en el sótano de su casa junto a Chris Mars, un encuentro que daría lugar a The Replacements y con ello a una de las páginas más destacadas del rock alternativo americano, así que sabe bien de lo que habla.
La letra amarga y punzante contrasta con la vitalidad y el optimismo de la música que la acompaña y la rabia con la que su autor grita -valga la redundancia- "Shout it Out" con los coros infecciosos. Una canción brillante que hubiera merecido mucha mayor repercusión.
Me he puesto tus trajecitos baratos / Me he tomado tus drogas nauseabundas
Intentaste barrerme debajo de tu alfombra / Entonces decidí que había tenido suficiente
Grítalo / Rrey de América / quiero ser el Rey de América