Titus Andronicus no es una banda más. Ya desde el nombre, tomado de una sangrienta tragedia de William Shakespeare. No están ahí para hacer pasar un buen rato a la gente. No se conforman con grabar buenas canciones.

Ellos persiguen un objetivo más ambicioso, que remite a tiempos pasados, cuando para muchos el rock & roll no era un entretenimiento banal, sino un estilo de vida. Patrick Stickles quiere crear música que trascienda, que signifique algo, que importe. Para ello toma elementos de todas partes: literatura, historia, política, filosofía... y los proyecta sobre la vida actual y, en particular, sobre la suya propia, que desnuda sin reparos.

Con esas premisas no cabe el término medio: o haces algo grande o haces el ridículo.

Titus Andronicus se formaron en New Jersey en 2005 y desde entonces han grabado cuatro álbumes en estudio más un directo de reciente publicación. "Titus Andronicus, soluciones punk desde 2005", reza el  lema de su página web. "El enemigo está en todas partes", cantan en "Titus Andronicus Forever".  Seguro que también se sienten reflejados en el eslogan que utilizaban los Clash: "la única banda que importa".

El disco en directo, "S+@dium Rock. Five Night at the Opera", es un resumen de los cinco conciertos consecutivos que Titus Andronicus dieron en los locales del Shea Stadium, una comunidad neoyorquina de músicos independientes que toma el nombre del mítico estadio de béisbol -donde en su día tocaron los Beatles-.

Su grabación, en junio de 2015, casi coincidió con la publicación del último y más ambicioso trabajo hasta la fecha de la banda, "The Most Lamentable Tragedy", una ópera rock en cinco actos y 29 canciones, cuyo hilo conductor es el trastorno maníaco depresivo de Stickles, responsable, compositor, cantante y casi único miembro fijo de Titus Andronicus desde su nacimiento hasta la fecha.

"The Most Lamentable Tragedy" surgió de uno de los periodos más oscuros de Stickles, tras la publicación del magnífico "Local Business", el tercer disco del grupo, en el que el compositor se sumergía en los problemas psíquicos que han marcado su vida.

El álbum funcionó bien, incluso mejor en ventas que los anteriores, pero no tuvo una recepción tan entusiasta como su predecesor, "The Monitor", y Stickles se sumió en una profunda sima.

En "The Most Lamentable Tragedy"  se suceden las canciones imponentes: desde el vibrante comienzo  de "No Future Part IV", continuación de la saga  No Future iniciada en su primer disco, "The Airing of Grievances", hasta el final, o casi, con la emotiva "Stable Boy". Y una parte de ese disco es la que Titus Andronicus recrean en su álbum en directo, con una intensidad y convicción que.....bueno, mejor dejar la palabrería y verlo.

 

Titus Andronicus parte de una propuesta independiente, punk en su fundamento, pero el resultado final es rock and roll en estado puro. Bruce Srpingsteen, Husker Du, The Clash, Pogues, Beatles, Daniel Johnston, el Hardcore...Cuando Stickles se desgañita como si le estuvieran arrancando la piel y las guitarras se embalan entre punteos y acordes desaforados, se escucha todo eso y muchas cosas más, un compendio de influencias clásicas y alternativas pasadas por la batidora del punk.

Esta versión del clásico de los Replacements "Bastards of Young", acompañados por Craig Finn, de Hold Stedy, resume la fórmula y acredita la pasión de Stickle y sus muchachos.

"El rock no tiene salvaciòn. Tratar de tener el éxito con una guitarra no es una opción. Es jugar el juego equivocado en la cultura juvenil dominante. No habrá un próximo Nirvana", sostiene Stickles. 

Así que para él lo importante es añadir otro eslabón a la cadena, mantener la llama que otros llevaron en el pasado, cuando el rock era un espectáculo de masas, y pasar el testigo ahora que llevarlo es mucho más complicado. Con trallazos como "Dimed Out", que abre su álbum en directo, el futuro no sabemos, pero el presente está asegurado.