"Es la música de desocupados ciudadanos, de jóvenes gamberros airados que no pueden ser otra cosa, de ratas callejeras que desatan su violencia en un escenario para no aburrirse".

Así describía el diario El País el movimiento punk en octubre de 1977, con una perspicacia, mesura y estilo literario semejante al que había empleado el No-Do unos años antes para dar la bienvenida al rock & roll.

En el Reino Unido iban más lejos: "Si la música pop va a ser utilizada para destruir nuestras instituciones, debe ser ella destruida en primer lugar", dijo un miembro del Parlamento de Su Majestad.

Cuando se cumplen cuarenta años de la edición de la primera grabación de un grupo punk británico, el single "New Rose" de The Damned, editado el 20 de octubre de 1976, el punk ya no es una amenaza para el sistema y hace mucho que el libro de instrucciones de cómo ser punk se puede comprar en los grandes almacenes.

Pero la influencia que el movimiento ha tenido no solo en la música moderna, donde resulta obvia, sino en el arte en general, es indiscutible y poderosa. Hay un antes y un después del punk. El rock & roll, desde luego, ya nunca fue lo mismo.

Aquellas rabiosas proclamas, despachadas en dos minutos entre cuatro acordes urgentes y distorsionados, dieron lugar a una filosofía vital y, como ocurre con todas las grandes corrientes de pensamiento de la historia de la humanidad, las teorías sobre el origen, el desarrollo y las consecuencias del punk aún provocan encendidos debates y miles y miles de páginas de profundos análisis.

En magnetofono.com nos vamos a conformar, de momento, con un objetivo más modesto: disfrutar de algunas de las canciones que sembraron el germen de aquella revolución.

Como lo que ahora se cumple es el cuarenta aniversario del primer single punk británico, nos quedaremos en las islas. El movimiento se produjo casi simultáneamente en el Reino Unido y en los USA, pero tuvo características musicales, estéticas e ideológicas diferentes a ambos lados del Atlántico, con una base común: desafiar el orden establecido, el musical y el social.

Frente a los norteamericanos, más ilustrados y con un toque musical más vanguardista y erudito, los punks británicos pasaban por ser más primarios. La mayoría eran chavales de clase obrera y utilizaban la música -aunque no todos ni siempre- como vehículo para denunciar su situación vital, dominada por el desempleo, la precariedad y un sistema educativo y social que ofrecía pocas oportunidades si no tenías una buena cuenta corriente. Y eso que Thatcher todavía estaba por llegar.

Musicalmente, el punk británico supuso una reacción a los indigestos excesos de las estrellas de los setenta y sus exhibiciones de virtuosismo vacío y una vuelta a los valores clásicos del rock & roll: sencillez, contundencia, inmediatez. El single volvía a estar de moda, las canciones no duraban más de tres minutos y los que estaban encima del escenario tenían una edad y unas preocupaciones semejantes a los que miraban desde abajo.

Las diez canciones que siguen sirven para hacerse una buena idea del punk británico original. Podrían ser muchas otras -sin ir más lejos, la mayoría del álbum de los Sex Pistols o del primero de los Clash-, pero de éstas no sobra ninguna. Bueno, y no son diez. Hay "bonus tracks."

The Damned - New Rose

Los primeros punks británicos en grabar un single, "New Rose", y un álbum, "Damned, Damned, Damned". Lo suyo no eran las declaraciones políticas ni la retórica, aunque su compositor, Brian James, insiste en que "New Rose" no habla de una chica o de una nueva relación, sino de la naciente escena musical. En la intro que hace David Vanian, el cantante, hay una referencia a "Leader of The Pack", una canción de las Shangri-Las, un grupo femenino de los sesenta.

La cara b del single era para una enloquecida y maravillosa versión de "Help", de los Beatles.  Un pedazo de disco que alcanzó el puesto 46 en las listas y que contó con productor de lujo: Nick Lowe.

 

The Sex Pistols - Anarchy in The U.K

El primer single de los Pistols apareció en noviembre de 1976. Una salvaje descarga de acordes daba paso a los aullidos llenos de sarcasmo con los que John Lydon (de nombre artístico Rotten -podrido-) desgranaba en tres minutos un manifiesto nihilista, indignado y orgulloso para convertir al rock en arma de combate. 

Un concejal londinense puso las cosas en su sitio: "La mayoría de estas bandas mejorarían enormemente con la muerte súbita... Sex Pistols son la antítesis de la humanidad. Me gustaría ver a alguien cavar un agujero muy grande y muy hondo y dejar caer a toda esa maldita gente dentro".


 The Clash - White Riot

Mark Perry, reponsable del fanzine Sniffin Glue (esnifando pegamento), órgano oficioso del movimiento, sentenció que el punk murió "el día que los Clash ficharon por CBS". Eso fue en enero de 1977. Un par de meses después apareció el primer sencillo del grupo, "White Riot", inspirado por los sucesos violentos del carnaval de Nothing Hill de 1976. Si los Pistols representaban el nihilismo, la anarquía y el caos, los Clash tomaron la bandera del activismo político y la denuncia social. En "White Riot" hablan de la  pasividad de los jóvenes ingleses blancos a la hora de defender sus derechos.

En la cara b del single aparecía "1977", otra crónica de la deprimida sociedad del momento, coronada por el "No Elvis, Beatles, o The Rolling Stones en 1977", un eslogan que definía el punk en 50 caracteres: ya no se podía contar con los protagonistas de la revolución de la década anterior;  el turno era ahora para la siguiente generación.

The Jam - In The City

Con sus trajes, su corte de pelo, su pasión por la música de los sesenta y su procedencia provinciana, -venían de Woking, una pequeña población obrera a 50 kilómetros de Londres- los Jam eran vistos con cierta desconfianza por los "faces" del punk. 
Aunque musicalmente los límites del movimiento enseguida se le quedaron muy cortos a Paul Weller, los Jam fueron la banda, al menos entre las que tuvieron éxito, más fiel al espíritu del punk, incluida su autodisolución en su momento de mayor esplendor comercial.
"In the City" fue su demoledor primer sencillo y dio título al primer álbum. Weller encontró en los Sex Pistols y, sobre todo, en Joe Strummer la inspiración para la temática de sus canciones. A cambio, los Pistols copiaron las guitarras de "In the City" en la introducción de “Holidays in the Sun".

 

The Stranglers - "Something Better Change"

Algo más talluditos que sus colegas, los Stranglers ya era bestias antes del punk, así que el movimiento les dio carta de naturaleza. Su seña distintiva era el órgano, que hizo que algunos les emparentaran equivocadamente con los Doors. 

"Ratus Novergicus" fue su primer álbum y solo unos meses después llegó el segundo,"No More Heroes", también en 1977. Allí había algunas canciones que se convirtieron en himnos instantáneos del punk, especialmente la que da título al disco y la tremenda "Something Better Change" (más vale que algo cambie).

The Buzzcocks - I Don't Mind

Los Buzzcocks dejaron a un lado la faceta del compromiso político y social y optaron por la irreverencia. Howard Devoto y Pete Shelley formaron la banda tras ver a los Pistols en Manchester, en uno de esos conciertos en los que todo el mundo estuvo aunque en la sala había 40 personas. Eso sí, los cuarenta formaron bandas que luego se hicieron famosas.

Fueron pioneros en juntar la aceleración y la energía del punk con melodías pop irresistibles pero casi nunca obvias. Su recopilación de singles, editada en 1979, es uno de los discos imprescindibles de la época. Una de sus grandes canciones, entre otras muchas, es "I Don't Mind" (1977).

The Undertones - Teenage Kicks 

En 1977 las cosas en Irlanda del Norte estaban peliagudas. Sin embargo, los Undertones dejaron de lado los temas políticos en sus canciones y se centraron en preocupaciones adolescentes universales. Como los Buzzcoks, se inclinaron por combinar la urgencia punk y la melodía y crearon una serie de estupendas canciones de puro pop acelerado. 

"Teenage Kicks" fue la primera. Una historia de amor juvenil y desamparo, publicada en 1978, con unas guitarras y un estribillo de los que atrapan a la primera y revestida de un sonido más duro que la mayoría de las que vinieron después. Por cierto, una de las favoritas del mítico locutor de la BBC John Peel.

 

Sham 69 - The Kids Are United

Sham 69 eran proletarios de verdad y, como los Jam, venían de provincias.  Sus proclamas eran honestas, aunque más bien sucintas y primarias, y sus guitarrazos seguían la misma tónica. "The Kids Are United" es una brillante muestra de todo ello.

Al ver los vídeos de la mayoría de estas canciones se advierte una inquietante ausencia femenina en el público. Cuando Sham 69 dice que "los chicos unidos no serán divididos" parecen referirse a eso, solo chicos.  


 

X Ray Spex . Oh Bondage! Up Yours!

Sin embargo, el punk supuso la irrupción de las mujeres en los escenarios rockeros. Hasta entonces, el único precedente claro, y casi contemporáneo, era el de las Runaways, formadas en 1975, la primera banda íntegramente femenina en tocar rock a todo trapo.

Una de esas mujeres fue Poly Styrene, al frente de X Ray Spex, un grupo que grabó otro de los álbumes destacados de la época, "Germ Free Adolescents" (1978), y, sobre todo, el himno punk feminista  "Oh Bondage! Up Yours!". X Ray Spex contaban con una rareza que les distinguía de los otros grupos de la escena, la presencia de un saxo, también a cargo de una fémina, Lora Logic.

Complete Control - The Clash

Otra de las grandes canciones que "The Clash" grabaron en 1977, en este caso seis meses después del primer álbum, y que solo se publicó como single, algo que también ocurrió con otros de sus temas más emblemáticos - "White Man in the Hammersmith Palis", "Clash City Rockers"...-  Producido por el jamaicano Lee Perry, autor a su vez de "Police & Thieves", una pieza reggae que los Clash versionaban en el primer disco.

Sin embargo, en "Complete Control" no hay ritmos jamaicanos por ninguna parte, sino un ataque de guitarras devastador como banda sonora para una crónica de las peripecias del punk narradas desde dentro: en cada hotel nos tenemos que enfrentar con la ley / que ha venido para asegurar la fiesta / hemos hecho algo malo / control total incluso sobre esta canción / dijeron que tendríamos libertad artística / cuando firmamos aquel trozo de papel / lo que querían decir es hagamos un montón de dinero /.../ estos son los punk rockers / controlados por el precio de las primeras drogas que tenemos que encontrar.

God Save The Queen - Sex Pistols

Es posible que ustedes piensen que lo de la juventud sin futuro es cosa de ahora. Pero no, Malcon McClaren y sus muchachos ya lo tenían claro en 1977: No hay futuro para ti / Dios salve a la Reina y su régimen fascista. En pleno aniversario de la coronación de la reina, la prohibición en los medios de la canción no haría más que aumentar su impacto y confirmar el éxito de la estrategia publicitaria del maquiavélico Malcon McClaren.

Los Pistols ya habían sido expulsados de EMI y luego de A & M unos meses antes, así que tanto el sencillo "God Save the Queen" como su álbum "Never Mind the Bollocks", el primero y último que grabaron, fueron publicados por Virgin. Escándalo tras escándalo, los Pistols se embarcarían después en una gira americana que acabaría con el grupo y con la vida de su bajista, el singular Sid Vicious.

Una trayectoria de un par de años, un solo disco largo y unos pocos singles bastaron para convertir a los Sex Pistols en una de las bandas más influyentes de todos los tiempos.

Blitkrieg Bop -Ramones

Los Ramones eran de Queens, Nueva York, pero su ascendiente sobre muchas de las bandas que formaron la escena británica fue tan grande que sin ellos a esta lista le faltaría algo. Hey! Ooh!, Let's Go.!!!!!