Aunque casi siempre lejos de las listas de venta, en los años noventa el power pop vivió una época de esplendor, con grupos que renovaron el género y con otros que no renovaron nada pero dejaron estupendas canciones, lo único que cuenta para los impenitentes fieles de la cofradía de los tres acordes.
La nutrida cosecha powerpopera germinó por todas partes, incluso en lugares tan aparentemente inhóspitos para sus semillas saltarinas como Alabama. Allí, en la ciudad de Birmingham, Tim Boykin formó los Shame Idols, apadrinados por Scott McCaughey -Young Fresh Fellows- y que enseguida ganaron prestigio con su delicioso "I Got Time" (1995), que además tenía una preciosa portada dibujada por el artista californiano de cómic Jaime Hernandez.
Después de dos discos Boykin disolvió los Shame Idols para volver rápidamente al ataque con The Lolas. Debutaron en 1999 y se mantuvieron muy activos durante los primeros años del siglo XXI con parecidos presupuestos y las mismas influencias que los Idols (Raspberries, Byrds, Beatles, Ramones, Records...) y momentos tan brillantes como "Silver Dollar Sunday" (2001).
Ahora, tras más de una década sin noticias suyas, Boykin y sus Lolas regresan con ganas y canciones. Muchas canciones, porque en unos pocos meses han publicado dos álbumes, "A Dozen or Seven Tapestries" y "Bulletproof".
Canciones como las que siempre ha hecho Boykin, de esas que inundan el día de luz a base de estribillos, armonías y guitarras revoltosas. También de esas otras con un tono más contenido, medios tiempos donde brilla el sonido de la rickenbacker ("Lightning Mountain" o "Fall Away").
En cada disco Boykin se hace acompañar por músicos distintos y también hay algunas diferencias en el contenido. "A Dozen..." es puro power pop, con disparos tan certeros como "Bon Voyage", "You'd Go Without Nothing", "What You Say" o la que da título al álbum.
En "Bulletproof" se diversifican un poco los registros y también el mensaje, que incluye llamadas a la acción ("Stand Up and Fight"), o reivindicaciones feministas ("She Will Shake the World"), rematadas con una versión -sí, leen ustedes bien- de La Internacional.
Pero la incursión en temas más comprometidos, poco habituales en el universo powerpopero, no resta encanto melódico a "Bulletproof". Basta escuchar la que abre el disco, "Deestroy", una andanada contra el capitalismo con un montón de deliciosos "ouoooohs" ramonianos en el estribillo.
Cuando ya los considerábamos una pequeña leyenda finiquitada, Tim Boykin y The Lolas vuelven, por partida doble y con un montón de buenas canciones. ¡¡Ojalá lleguen muchas más!!