'Gaslighter', el primer lanzamiento en catorce años de las Dixie Chicks, ha sido recibido inmediatamente como el gran himno feminista de 2020 por exponer sin filtros el demoledor juicio que a una mujer le merece su ya expareja, a la que acaba de señalar la puerta de salida. 

Incendiario, mentiroso, destructivo, arribista, ladrón... lo cierto es que Natalie Maines dibuja un perfil nauseabundo del objeto de sus iras, si bien tampoco esconde una cierta autocrítica por haberse dejado arrastrar a un mundo irreal, por haber "seguido unos sueños" que, oh sorpresa, no coincidían con los suyos.

Aunque cargan con la etiqueta de ser el trío de cabecera del country femenino contemporáneo, las Dixie Chicks vuelven a la escena enarbolando una bandera pop tan grande como una casa. La canción funciona como un tiro: la voz de Maines es irresistible, el acompañamiento de las hermanas Marte Maguire y Emily Robinson siempre encaja a medida y las guitarras y la batería arman un sonido tan identificable como fresco. Una fórmula ganadora.

"Pirómano, yo soy el espejo plantado aquí delante para que veas cómo me rompiste. Sí, estoy rota. Todavía lo lamentas pero no veo disculpas. Pirómano, anulador, harías cualquier cosa por llegar más lejos y repites todos los errores de tu padre". Qué joya el tipo, ¿verdad?

En cuanto a lo de himno feminista... esa es sin duda la intención de grupo, y más a la vista del estupendo vídeo grabado para el lanzamiento del  tema. Pero la historia de la mujer a la que de pronto se le cae la venda, toma conciencia de la realidad y manda a paseo al tipo que le cortaba las olas ya la han contado de manera magistral desde Billie Holiday a The Regrettes, pasando por Aretha Franklin o Vainica Doble. Bienvenido sea este nuevo capítulo, que además nos hace bailar. Las reivindicaciones, siempre mejor con buena música.