Pasaremos días, semanas, quizá meses encerrados entre cuatro paredes. Pero cuando se abra la puerta de la jaula ahí seguirán las calles. No se las habrá llevado nadie. Calles y plazas como las que han inspirado grandes canciones y que necesitamos volver a pisar sin medir la distancia que nos separa del prójimo.

Como modelos sobre una pasarela. Así nos sentiremos cuando podamos andar sobre el asfalto con alegría. Nacha Pop ya lo advirtió en el año 1987: "No se acaban las calles". Un temazo, aquí en versión en directo en 2007.  "No dejes de sonreír, no dejes de provocar, olvida el pasado gris, demuestra seguridad". Estamos deseando.

La calle más popular de la música española. Menos melancólica desde que hace unos meses el gran Robe se atrevió a inyectarle una buena dosis de energía para el disco de tributo a Sabina. Mientras tanto, el campo estará verde. Debe ser primavera.

Enorme canción del grupo catalán Lone Star grabada en 1968, cuando tomar las calles tenía en España una connotación diferente. "Mi calle tiene un oscuro bar, húmedas paredes, pero sé que alguna vez cambiará mi suerte". Maravillosa también la posterior versión de Desperados.

 La vida en la calle contada por los Crusaders.  Porque a veces es la única vida posible. Una de las muchas canciones felizmente recuperada del olvido por Tarantino, en este caso en la gloriosa 'Jackie Brown'.

 Nada como bailar en la calle. Y hacerlo con Mick Jagger y David Bowie nos haría olvidar meses de confinamiento. La versión más conocida del gran clásico de Martha & The Vandellas.

 Excelso retratista de la vida urbana, el neoyorkino Willie Nile pintó en este tema un auténtico fresco hiperrealista del día en que vio a Bo Diddley en Washington Square.  Personajes de diferente pelaje conviviendo en un mismo espacio. Así es la calle que nos espera.