Redd Kross deberían ser una de esas bandas que viajan en jet privado, llegan a los conciertos en limusina y son recibidas por decenas de fans entregados en el hotel.
Los hermanos McDonald, Jeff y Steve, merecerían llenar estadios y reinar en el firmamento rockero. Pero ya talluditos, por suerte o por desgracia -habría que preguntarles a ellos- siguen siendo tipos normales, o casi, que pagan sus facturas como pueden y llevan a los niños al colegio.
Eran apenas adolescentes cuando dieron sus primeros conciertos con Black Flag y grabaron el abrasivo "Born Inocent" (1982). Treinta y cinco años después sus movimientos, lentos y espaciados, todavía despiertan el fervor de sus irreductibles seguidores, siempre deseosos de una nueva dosis de Redd Kross.
La culpa quizá es de la inmaculada serie de álbumes que siguieron al espléndido "Neurotica" (1987) y que grabaron en los noventa: el tratado pluscuamperfecto de pop "Third Eye" (1990); el más ecléctico "Phaseshifter" (1993); y el rockista "Show World" (1997), todos distintos y todos sensacionales.
Punk, metal, power pop, hard core, bubblegum, irreverencia, sobredosis de televisión en el desayuno y cultura trash. Todo eso es Redd Kross. Y sobre todo sabrosas melodías cocinadas con fórmulas diversas, de los Beatles a Kiss, de Black Flag a Cheap Trick.
Hubo que esperar 15 años para "Researching the Blues" (2012), la siguiente entrega de los indolentes chicos de Los Ángeles, que sorprendentemente fue recibida con efusiones y aplausos por la crítica, siempre más proclive a dedicar sus parabienes a propuestas menos clásicas y veteranas.
Entre las canciones de "Researching the Blues" brilla con especial intensidad "Stay Away From Downtown", con un riff de guitarra demoledor y unos coros celestiales que la convierten en un clásico desde el primer acorde.
Alguien podría definirla como una rodaja perfecta de power pop, y seguro que lo es, pero también es mucho más: rock and roll con mayúsculas, del que no admite catalogaciones simples, como los propios Redd Kross.
La vitalidad y el músculo que transmite el sonido de "Stay Away From Downtown" envuelven una historia inquietante, donde los fantasmas del trapicheo y las drogas sobrevuelan la lapidaria advertencia del estribillo: "¡mantente alejado del centro de la ciudad!".
Lo conseguiste amigo mío, escapaste una vez más
Te van a coger, ya lo verás / Ha sido por los pelos
Las manos en la pared / Te van a coger, ya lo verás
Recuerda que tu vida una vez fue buena
Ahora van a por ti
Recuerda que una vez tu vida fue buena
Más te vale mantenerte lejos del centro de la ciudad
Jeff contó que escribió la canción diez años antes de publicarse para la película "Permanent Midnight", basada en un libro de Jerry Stahl - yonqui y guionista de la serie ALF-, que iba sobre pillar droga y ser arrestado.
Al principio, dice Jeff, la canción sonaba como un cruce entre Television y Fleetwood Mac. No fue elegida para la película y con el tiempo se convirtió en puro rock and roll. Como es norma en Redd Kross, la letra no construye una historia lineal sino que es una colección de imágenes que invitan al oyente a interpretarla a su gusto.
Los ángeles blancos y negros tienen alas de alquitrán
No puedes esconderte de los pájaros de presa
Lo ven todo, vienen a por ti, no es que estés paranoico
Es un affaire, mucho más que una aventura
Ignora a ése que vive en tu cabeza, es feo y cruel
Aún no has hecho todas esas cosas que dijiste que nunca harías
Así que más te vale mantenerte lejos del centro de la ciudad
Redd Kross siguen tocando con regularidad y frecuentemente recalan en España, pero no llega un nuevo disco. "Solo" han pasado cinco del último, así que de momento toca esperar. Pero si vuelven a grabar cosas como "Stay Away From The Downtown" no hay problema. La espera merecerá la pena.