Reguetón, trap, hip hop, música electrónica... Zzz, Zzz, Zzz, Zzz... Es casi seguro que todos los sonidos del rock & roll están ya inventados, pero ¿alguna otra música puede conseguir el efecto euforizante y catártico que procuran un buen riff de guitarra y un amplificador a tope? Si estás leyendo esta página, lo más probable es que tú también pienses que no.

De guitarras, vúmetros disparados y canciones que van directas a la diana sabe un rato Ryan Allen, un músico de Detroit que desde 2002 se ha enrolado en buen número de proyectos, entre ellos el que emprendió en 2011 en solitario bajo la etiqueta Ryan Allen & His Extra Arms.

Su último trabajo es "Headacher", el primero en el que Allen retira su nombre de la cabecera y cede protagonismo a la los tres músicos que le han venido acompañando en directo en los últimos años.

"Headcher" es también el disco más ruidoso y contundente de Allen con los Extra Arms, lleno de guitarras incandescentes, gemelas de las que en su día tocaron Sugar, Superchunk o los primeros Goo Goo Dolls.

El clímax se alcanza ya de entrada, con el tema que da nombre al álbum. Después se suceden las descargas: "Done to Death", "Under the Surveillance" -alimentada por el espíritu de Foo Fighters-, o la frenética "Why I Run". Toman un respiro con "Honey Brown" y con la primera mitad de "Hold Heads", que empieza powerpopera y termina en llamas.

Enseguida la tormenta de guitarrazos se recrudece y continúa imparable con "You Make the Life You Want" -cuánto te echamos de menos, Tommy Keene- y alcanza otro de sus grandes momentos con "Push the Button", que suena a himno del 77. Al final el viento amaina y cede paso a la discreta suavidad de "The Last One".

"Headacher" es el último trabajo de Ryan Allen con Extra Arms, pero conviene no olvidarse de los anteriores, algo menos ruidosos pero, como mínimo, igualmente inspirados y recomendables, sobre todo Heart String Soul (2015) y Basement Punk (2016).