Entre las muchas canciones con puesto de honor en la historia del rock and roll, pocas han crecido hasta cobrar vida propia, más allá de autor o intérpretes, y convertirse en una especie de contraseña que divide el mundo en dos: los del "Louie Louie" y el resto. Ese gris y tedioso resto. Pobrecitos.

Menos canciones aún, a lo mejor ninguna, tienen su propio día en el calendario. Y ese día es el 11 de abril. El día "Louie, Louie", que se celebra en los estados norteamericanos de Washington y Oregon. Una fiesta en toda regla.

No eran estos los planes que Richard Berry tenía para "Louie, Louie" cuando la grabó en 1957 junto a The Pharohs. En realidad, el músico, nativo de Louisiana y afincado en Los Ángeles,  no tenía ningún plan. Simplemente completar la cara B de su single "You Are My Sunshine".

"Louie, Louie", que se inspiraba -y mucho, hasta demasiado- en "El Loco Cha Cha" de René Touzet, gustó más que "You Are My Sunshine" y fue publicada de nuevo, esta vez como cara A.  Tuvo cierta repercusión local, pero no la suficiente para evitar que Berry, perdida ya la fe en sus posibilidades, vendiera sus derechos de autor. Unos derechos que, con gran dolor de su corazón y más aún de su cartera, tardaría muchos años en recuperar. Pero ¿quién iba a decirle que su canción se iba a convertir en éxito primero y en leyenda después?

"Louie, Louie" no pasó desapercibida para todos. A comienzos de los sesenta empezó a sonar en los conciertos de la floreciente escena del Pacific Nortwest, que había surgido en EEUU tras el desembarco de Beatles, Stones, Kinks y demás embajadores del rock británico.

Los Wailers de Tacoma (Washington) - ningún parentesco con los de Bob Marley- fueron uno de aquellos grupos que, como los Sonics o los Remains,  cultivaban un rock primario y directo, saturado de energía y decibelios. Y así era su  "Louie, Louie" cuando se convirtieron en los primeros en grabar una versión.

El cover de The Wailers tampoco alcanzó mucha repercusión, pero otros compañeros en las profundidades del garaje, The Kingsmen, una banda de Portland  (Oregon) tuvieron más suerte. The Kingsmen grabaron su "Louie, Louie" en 1963, casi a la vez que sus vecinos Paul Revere and The Raiders y en los mismos estudios.  

Su contagiosa versión, con la voz ininteligible de Jack Ely  y un sonido crudo y destartalado producto de las deficiencias técnicas y la premura de la grabación, corrió la misma suerte que las anteriores y que la de Paul Revere. Pero unos meses después, un inesperado giro del destino iba a cambiar la suerte de The Kingsmen, de "Louie, Louie" y, aunque mucho tiempo después, también de su creador, Richard Berry.

Un  padre angustiado por las pecaminosas influencias a las que su retoño estaba expuesto denunció la canción por obscena y el FBI abrió una investigación para desentrañar las supuestas procacidades que Elly recitaba en la letra.  Lo que ahora llamaríamos una "fake news" en toda regla fue creciendo imparable, al tiempo que también lo hacía el interés por escuchar la canción diabólica, que fue prohibida en el estado de Indiana.  

Las diligencias duraron un año  y se saldaron con un estrepitoso fracaso: por más que los polis escucharon la canción a todas las velocidades posibles no lograron entender qué demonios decía Ely. Entre tanto, "Louie Louie" se había encaramado al número dos de las listas y ya era un fenómeno generacional en toda la nación. 

¿Y qué creían escuchar aquellas mentes calenturientas e inquisidoras? Pues es fácil de imaginar: fervorosas incitaciones a la cópula, gruñidos de trazo grueso y un rosario de palabras no incluidas en el Collins.

Solo el propio Ely sabe lo que cantó, pero la letra original de Richard Berry es una cándida y  tierna historia sobre un pescador que regresa a Jamaica en busca de su amada.

Tres días con sus noches navegué por el mar / pensando constantemente en mi chica

en el barco, soñaba que ella estaba allí / olía la rosa en su pelo

The Kingsmen, responsables de otro puñado de excelentes canciones, en su mayoría también covers, no duraron mucho, pero "Louie, Louie" fue creciendo imparable: casi es más rápido nombrar a quienes no han tocado la canción que enumerar la interminable lista de los que la han grabado.

En 1985 y 1986 los Senados de los estados de Washington y Oregon aprobaron la celebración del Día Louie Louie coincidiendo con la fecha del 11 de abril, el día de nacimiento de Richard Berry, quien vería restaurados sus derechos sobre la canción en 1992, cinco años antes de su muerte.

Hoy es 11 de abril. Así que solo nos queda elegir alguna de nuestras versiones favoritas entre los muchos cientos disponibles,  subir el volumen y unirnos a la fiesta..."Louie, Louie".