Seis discos en sus primeros nueve años y solo tres en los veinte siguientes: así de irregular ha sido el ritmo narrativo de Buffalo Tom, la banda de Boston que vivió su momento más dulce en la década de los noventa y que vuelve a la carretera con nuevas canciones.

Madrid y Benidorm (días 11 y 13 en el Teatro Barceló y... en el auditorio Julio Iglesias) serán las únicas paradas españolas de esta gira, tras caerse Barcelona del cartel.

Bill Janovitz, Chris Colbourn y Tom Maginnis crearon en 1986 el típico grupo universitario que creció a base de robar horas a los estudios y de compartir la escena alternativa con formaciones hermanas como Dinosaur Jr, Lemonheads, Cracker o Redd Kross.

'Tree House', uno de los temas del álbum de 1993 'Big Red Letter Day', es un buen ejemplo del tipo de composiciones con las que alcanzaron la fama en sus primeros años: guitarras potentes, voces entregadas, coros envolventes, ritmos sostenidos y letras lo suficientemente ambiguas como para satisfacer tanto a enteradillos como a oyentes elementales.

"Cambia la estación y te encuentro. Parece que hayas estado aquí mucho tiempo.  Parece que vayas a quedarte y me parece que está bien. Cuando te subes a los árboles, cuando flotas en el mar, no puedo permitirme tu voz pero no tengo elección (...) Una casa en un árbol, tu mente es como una casa en un árbol y yo trepo por esa escalera que tiembla".

El último trabajo de la banda, 'Quiet and Peace', tiene un año de vida. Conserva buena parte del  brío de sus anteriores discos y seguro que los temas ganan en directo, como ya demostraron los Buffalo en anteriores y lejanas actuaciones en España. Si un día decidieron retirarse a su casa en lo alto de un árbol, ahora han abierto la puerta de par en par  para dejar escuchar sus nuevos sonidos.