Ha transcurrido apenas un minuto de “Lucky Guy”, una de las canciones emblemáticas de The Muffs incluida en su primer álbum (1993), y un alarido descarnado y brutal se abre paso entre las estruendosas guitarras y puntea un estribillo pegadizo.

Ella es Kim Shattuck y el rugido es su carta de presentación, un sello personal que ha impreso en muchas de  sus canciones a lo largo de los años.

Una carrera repleta de píldoras de energía despachadas en menos de tres minutos: crudas, rápidas, pero siempre fáciles de tararear.  Música vital y colorida, inspirada por los Kinks, Costello, Go'Go's, The Zeros o sus colegas Redd Kross.

Los Muffs, pioneros del llamado punk pop y aún en activo, son la banda de Shattuck, su vehículo de expresión durante 25 años.

Pero no faltan otras referencias en su hoja de servicios: las garajeras The Pandoras donde se estrenó en 1985; The Beards, un trío femenino que publicó en 2002 el notable "Funtown"; o un efímero paso como bajista por The Pixies -seis meses ensayando en secreto y tres de gira-, que  la proporcionó más notoriedad que su extensa colección de brillantes composiciones. También múltiples colaboraciones, como en "Lory Meyers", de NOFX.

Al contrario que sus compañeras de la riot girrrl, Shattuck nunca ha hecho causa del feminismo en sus canciones, que deliberadamente huyen de los mensajes políticos.

Sin embargo, Kim es un prototipo de mujer empoderada que refrenda con actos sus palabras: “siempre he hecho lo que he querido. Ningún tío me controla". Una actitud que junto a sus textos, donde el punto de vista siempre es el femenino, la ha convertido en referencia e inspiración para muchas.

Shattuck es una cronista de la vida cotidiana y las peripecias sentimentales, con un nutrido y variado catálogo de canciones sobre rupturas y una perspectiva que puede considerarse juvenil, inmadura o irreverente, según quien mire.

La inductora de su rugido animal, cuenta Kim, fue Paula Pierce, líder de The Pandoras, el grupo garajero de Los Ángeles con el que se estrenó en 1985 con poco más de veinte años. 

Para finales de la década, los gustos de Pierce habían cambiado y las sutilezas habían sido devoradas por un sonido bronco y metálico. Satthuck, aburrida, se entretenía componiendo canciones en la intimidad.

Un día se atrevió a enseñarlas y sus amigos decidieron que había material para formar una nueva banda. Así nacieron The Muffs con Kim como voz solista y guitarra, Melannie Vanmen -tambien de Pandoras- en la otra guitarra, Ronnie Barnett al bajo y Criss Crass en la batería.

Eso fue un poco antes de que el rock alternativo se convirtiera en tendencia y tomara las listas de éxitos. De la noche a la mañana, Nirvana, Green Day, Offspring... rompían los estrechos muros del circuito para iniciados y modernillos y vendían más discos que todos los legendarios grupos del 77 juntos.

Tras un par de prometedores singles independientes, “New Love” y “Guilty”, The Muffs ficharon por una multinacional y publicaron su álbum de presentación, producido por Rob Cavallo, que unos meses después se ocupaba de los controles de "Dookie", el disco de Green Day que introdujo el punk pop en los grandes almacenes de todo el orbe.

Shattuck y su grupo no tuvieron tanta suerte, pero veinticinco años después "The Muffs" suena tan poderoso y fresco como entonces.  "Lucky Guy", "Everywhere I Go", "Saying Goodbye", "Not Like Me", "All for Nothing"... permanecen como himnos urgentes, rabiosos y directos.

Para su siguiente disco, "Blonder and Blonder", el grupo se convirtió en trío y se quedó con la formación que ha mantenido desde entonces. Salieron Vanmen y Criss Crass y este último fue sustituido por el batería de Redd Kross Roy McDonald -nada que ver con los hermanos- y que actualmente compatibiliza ambos negociados.

La misma fórmula y similar acierto: "Agony", "Sad Tomorrow", "End It All", "Oh Nina", "Funny Face"... se sumaban a un repertorio que resultaba demoledor en directo -por esta época hicieron su primera visita a España-.

El tercer álbum, "Happy Birhday To Me" (1997), supuso el final de su relación con Warner. Ya estaba claro que The Muffs no iban a conquistar el mundo, pero el talento melódico de Shattuck seguía ahí: "Honeymoon", "Outer Space",  "I'm a Dick" o "My Crazy Afternoon" eran la prueba.

Sigueron "Alert Today, Alive Tomorrow" (1999)  y "Hamburguer" (2000), imprescindible recopilatorio para los fans que reunía singles, tomas alternativas y versiones (Paul Collins, Small Faces, Elvis Costello, The Zeros...). En 2004 llegó "Really, Really Happy",  con un sonido precario acorde con las condiciones en las que fue grabado -en la cocina de Kim- pero, como siempre, con canciones destacadas, caso de "My Awful Dream", una sentida balada.

Entre medias Shattuck formó un grupo paralelo junto a Lissa Marr (bajo y voces) y Sherry Solllinger (batería) llamado The Beards. El trío grabó "Funtown" (2002), un álbum variado en el que conviven punk, rock alternativo e incluso folk,  pero que sobre todo está dominado por el buen gusto para crear melodías pop.

The Muffs no volverían a grabar en diez años, pero siguieron ofreciendo conciertos y realizaron algunas giras, España incluida.

Shattuck retomó la acción con intensidad en 2013, cuando fue reclutada por los Pixies como bajista una vez que la titular, Kim Deal, rechazó participar en la reunión de la mítica banda. Todo parecía ir bien, la química, el sonido, las críticas...Pero después de tres meses de gira Kim fue despedida: que si saltó sobre el público en plan Quadrophenia y eso no le gustó a los Pixies; que si era demasiado extrovertida para unos chicos de Boston; que si el mánager...

Para los fans de The Muffs el despido fue una bendición, porque meses después apareció "Whoop Dee Doo" (2014), en el que llevaban años trabajando y que ahora por fin veía la luz. Un álbum que rivaliza sin problemas con sus mejores discos y que les devolvió a los escenarios.

Meses después Kim se unió a sus excompañeras en The Pandoras -incluida Melannie Vanmen-, en una gira de homenaje a Paula Pierce, en el vigésimo quinto aniversario de su muerte, y del encuentro salió un disco con tres canciones compuestas en su día por Pierce más una versión.

Y hasta ahí. Esperamos ansiosos los próximos rugidos de Kim. Grabados y en directo.