Rolling Blackouts Coastal Fever fueron una de las sensaciones del rock de guitarras de 2018, al menos en lo que se refiere a ocupar plaza en las listas de lo mejor del año con "Hope Downs" y a conseguir un alcance  que el quinteto de Melbourne no habría siquiera sospechado poco antes.

Seguro que el fichaje por Sub Pop, el mítico sello de Seattle que dio cobijo a los primeros pasos del grunge, les facilitó las cosas, pero también habrá tenido algo que ver su talento para escribir canciones a base de guitarras afiladas y ligeras, y estampas de desilusiones vitales y afectivas.

 Oí el sonido de la iglesia a las seis / y caí entre los ladrillos fríos

los altos árboles estaban todavía alineados en la avenida

colgando allí como lo hacen los viejos amigos, de pie en silencio

 Canciones como "An Air Conditioned Man", que reúne todas las cualidades del grupo: la tensión que construyen esas tres guitarras entrelazadas, punzantes pero contenidas  -Fran Keaney, Tom Russo y Joe White-, el apremio de la base rítmica -Joe Russo al bajo y Marcel Tussie a la batería- y una letra que más que contar sugiere.

Todavía en un estado sólido / todavía en un estado sólido por tanto tiempo

el tren de la noche pasa / y su sonido se mantiene en el aire

"An Air Conditioned Man" compone junto a "Talking Straight" y "Mainland" un trío ganador para abrir ese "Hope Downs", el primer álbum del grupo, que siguió los pasos de un par de sabrosos EPs publicados en 2016 y 2017 que incluían todos los elementos de su propuesta, incluida la alternancia de las tres voces de los guitarristas, que se suceden,  se superponen o se mezclan con buen gusto.

Caminas junto a la pared donde la besaste por primera vez / como podrías olvidarlo?

mientras las sirenas aullaban y el viento te acariciaba

bajo el jacaranda, bajo la luna quemada

En espera de sus futuros movimientos, Rolling Blackouts, en activo desde 2015, son ya unos dignos herederos de la brillante tradición del rock australiano. Se les compara con grupos de los ochenta como sus paisanos The Go Betweens o los norteamericanos The Feelies. Incluso con REM, aunque ahí cuesta ver más las similitudes.

Su última entrega, recién salida del horno, es la vaporosa y melancólica "In The Capital".