Los que tengan más de treinta años quizás recuerden un grupo, Domingo y Los Cítricos, donde la voz profunda de Domingo Patiño jugaba con letras situadas en lo que Lou Reed llamaba el lado peligroso del muro. Su éxito fue limitado y desapareció del mapa tras unos trabajos muy dignos que dejaron unos fans acérrimos pero desconsolados, y que además no encontraron nada parecido en el mercado para sustituirle. Sobre gustos siempre hay muchas divergencias, pero probablemente aquellos seguidores huérfanos hubieran encontrado consuelo con Aublin, una aventura musical que nació en el año 2008 y que cubre el hueco de rock de tentación y desgarro. Su fundador, Isidro Aublin, lleva tiempo recorriendo los escenarios como cantautor y ha sido su unión con Juan Acebo y Fernando Girón la que ha empujado el proyecto hacia la grabación de su primer CD, con la ayuda de Paco Loco en la producción.
En el 2004, Isidro participó en la Banda Sonora del cortometraje ‘Lengua de Gato’, dirigido por Guillermo Florence, con dos temas, y en el 2008 ya como Aublin, publicó un ep, Ausente. La parte musical de Aublin está basada en las guitarras y, probablemente por su faceta de frecuentador de garitos, usa con prudencia la electricidad, eso sí, hay unas efectos steel del sur de Estados Unidos, que le dan un aire a otro habitual de los clubs que es Elliot Murphy. Eso permite entre otras cosas escuchar con nitidez las letras, que en su caso forman parte imprescindible del conjunto, lo que por desgracia no siempre ocurre en otros grupos, cuya parte escrita se puede eludir sin mayor preocupación para el oyente. Esas letras son las que me llamaron la atención y me dejaron claro, desde la primera escucha, que estaba ante temas con calidad y que había que degustar con tranquilidad.