En lo más crudo del inverno es posible presentir los nacientes brotes de la primavera. En un lunes de enero, por triste y anodino que sea, puede vislumbrarse la luz brillante del fin de semana. Y si no, una canción puede ayudar a conseguirlo. Por ejemplo, cualquiera de estas siete:
Weekend - The Boys
Entre 1977 y 1981 The Boys firmaron cuatro discos largos y una imbatible serie de singles. Alma pop entre guitarrazos punks, como en este "Weekend", que va de conocer a alguien y sentir que los días se hacen eternos mientras esperas el fin de semana para verle.
"Weekend" abría "Boys Only" (1981), el cuarto disco de The Boys y el que sería el último grabado por la banda hasta su resurrección treinta y tres años después con "Punk Rock Menopause".
Come Saturday - The Pains of Being Pure at Heart
The Pains of Being Pure at Heart lo tienen muy clarito: a quién le importa si hay una fiesta por ahí este fin de semana, pudiendo quedarse en casa. No crean que hacen apología de la vida hogareña: están hablando de sexo. Y, en fin, ¿quien podría quitarles la razón? "No tienes que vestirte para agradarme/ quizá desvestirte para mí / sé que cuando vengas nos quedaremos en casa".
"Come Saturday" aparecía en su brillante primer álbum, de título homónimo y publicado en 2009, que reveló el arte de los "indies" neoyorquinos para fundir su dulce contención vocal con un muro de guitarras ruidosas.
Another Saturday Night - Sam Cooke
De nuevo el sexo, pero ahora su ausencia, es el protagonista del fin de semana de Sam Cooke. Nadie vendrá esta noche de sábado a visitar a Sam, que si estuviera en casa tendría "meciéndose junto a él a una chica en cada brazo". Pero está por ahí, lejos y desamparado. Y oyendo esa voz maravillosa desgranando su amarga soledad, uno no puede más que compadecerse.
La triste, aunque a la vez vibrante "Another Saturday Night", con su irresistible cadencia caribeña, fue un gran éxito en 1963 del inventor del soul, una de las grandes voces de la historia.
Everyday is a Saturday - Real Kids
La voz de John Felice es más modesta, pero ese timbre casi infantil tiene su encanto. Y, si al final el sábado hay fiesta, él y sus colegas se encargan de animarla como nadie: "no más cole, no más trabajo, no más iglesia, no más..."
Su "Everyday is a Saturday" activa las endorfinas desde el primer acorde. Ritmos saltarines, estribillo infeccioso y ese estado de atontado y feliz abandono, donde siempre es sábado, que solo el cuelgue amoroso puede crear.
"Everyday is a Saturday" estaba incluido en Outta Place (1982), el segundo álbum de Real Kids, aunque la formación, Felice aparte, era totalmente distinta a la que grabó el primero en 1977.
Big Weekend - Tom Petty
Ideal para viajar hacia el fin de semana. O para viajar durante el fin de semana con ella puesta en el coche a todo volumen.
El gran fin de semana de Tom Petty, de visita en la ciudad y con amigos a los que ver, incluía un coche alquilado con guitarra en el maletero, bares sin cuento y desfase hasta el amanecer "porque si no corres te oxidas".
"A lo mejor estrecho tu mano, pero no conoceré tu nombre", resumía el gran Petty. "Puedes echar la vista hacia atrás, pero es mejor que no mires fijamente". "Big Weekend" estaba incluida en "Highway Companion" (2006), su tercer álbum sin los Heartbreakers.
Weekend - The Dictators
Andy Shernoff, "Handsome" Dick Manitoba y compañía también tienen su mítico "Weekend". Aunque cuando la grabaron no eran ya escolares, los protagonistas de su canción son chavales que llevan drogas a clase -y les pillan- y hacen los deberes en el bar. Todos aspiran a vivir como si siempre fuera fin de semana, incluido Bobby, el punk que se emborracha y vomita comida del McDonalds "que se comerá directamente del suelo" como vuelva a hacerlo.
"Weekend" estaba incluida en "Go Girl Crazy!", la presentación de los neoyorquinos en 1975, cuando la revolución punk se gestaba entre las tinieblas del CBGB.
Lloyd Cole and The Commotions - Lost Weekend
Las historias del señor Cole eran más edificantes. O al menos lo pretendían. Cuando se unió a los Commotions en Glasgow, Mr Cole estudiaba filosofía y no dejaba pasar la ocasión de demostrarlo en sus textos, arropados por bonitas guitarras y sabrosos teclados. Algunos le llamaban pretencioso.
"Lost Weekend" estaba incluida en "Easy Pieces" (1985), el segundo álbum de los Commotions, y su animoso ritmo la convirtió en el mayor éxito de la banda, que estuvo en activo entre 1984 y 1989.
El "fin de semana perdido" de Lloyd Cole no empieza bien: el pecho afectado por una pulmonía y el riñón seriamente dañado por el elevado precio de la medicina necesaria para combatirla. Al final, Lost Weekend es una tierna historia de desilusión afectiva, que lleva una canción de amor tatuada en la palma de la mano.