George Ivan Morrison, para los amigos Van Morrison, fue distinguido hace un par de semanas como "sir", con lo que se une a la extensa lista de celebridades de la música británica que forman en las huestes de los Caballeros del Imperio Británico.
En el aristocrático club ya le esperaban Paul McCartney, Mick Jagger, Roger Daltrey (The Who), Eric Clapton, Tom Jones, Robert Plant, Cliff Richard, Sting, Brian May (Queen), Rod Stewart, Elton John, Annie Lennox, Bee Gees, incluso irlandeses como Bono o Bob Geldof.
Si tenemos en cuenta que el rock se enfrentó durante años al "estabishment" (algunos todavía lo hacen), y que varios de los arriba citados experimentaron en carne propia su furia, parece extraña tal acumulación de honores en sus filas.
En 2004, Eric Clatpon nos explicaba por qué su mano se había vuelto rápida para colgarse en el cuello la condecoración que le acreditaba como caballero: "Cuando era un chaval, no podría haber aceptado esto. Era muy inmaduro en mi forma de verlo. Yo estaba contra el sistema. Ahora he crecido y creo que es importante dar ejemplo.".
Con tal proliferación de irredentos rockeros convertidos en "sir", lo realmente "cool" (como dirían ellos) es formar parte de un grupo mucho más exclusivo, distinguido y, desde luego, minoritario: el de los que rechazaron el premio. De hecho, por ahora sólo hay tres miembros.
El primero fue David Bowie, convertido en un "héroe" por un día, (en realidad por dos) al rechazar, en 2000 y 2003, las preciadas distinciones. "Nunca he tenido intención de aceptar algo como esto. No sé para qué sirve. No es para lo que he pasado mi vida trabajando", dijo el creador de "Ziggy Stardust.".
El siguiente fue Hank Marvin, de los Shadows, que en 2004 no lo aceptó por "razones personales". Sus "compas" en la banda, Bruce Welch and Brian Bennett, ya lo habían aceptado previamente.
El último en entrar al club fue Paul Weller y de momento no se ha vuelto a abrir la puerta para admitir a nuevos socios. Él ni siquiera entró en detalles, pero su portavoz dijo que el "modfhater" estaba "sorprendido y halagado", aunque estas historias no eran "realmente para él".
"Si la música pop va a ser utilizada para destruir nuestras instituciones, debe ser ella destruida en primer lugar" dijo, profético, un miembro del parlamento británico en 1977, ante la eclosión del punk.¿Terminará John Lydon (Rotten en los Sex Pistols) recibiendo la condecoración coincidiendo con el próximo jubileo real?