El sol brilla en "Sunshine Rock", el nuevo trabajo de Bob Mould. De forma literal, porque se suceden las referencias al dorado astro en los títulos de las canciones, y de modo figurado porque Mould, por una vez, se recrea en la cara más luminosa de la vida.

"Sunshine Rock" es el cuarto álbum que graba acompañado por la acompasada sección rítmica que componen Jason Narducy al bajo y Jon Wurster -Superchunk- a la batería. La serie, que empezó con el sobresaliente "Silver Age" (2012) y siguió con "Beauty & Ruin" (2014) y "Patch The Sky" (2016), ya constituye una etapa con perfil propio en la carrera del artífice de Sugar y, junto a Grant Hart, de Hüsker Dü.

En "Sunshine Rock" no falta nada de lo que Mould ofrece casi siempre: furia guitarrera, energía desbordante y estribillos de acero. Y también como siempre, brillan unas cuantas canciones mayúsculas, entre ellas la titulada como el álbum; o su imponente versión de  "Send Me a Post Card", grabada originalmente en 1968 por los holandeses Shocking Blue; o la tierna "Camp Sunshine"; o el vibrante cierre con "Western Sunset", violines incluidos.

Bob Mould no falla y en cada trabajo añade puntualmente nuevas cuentas al formidable cancionero que creó con Hüsker Dü, una de las bandas más importantes del punk y el rock alternativo de todos los tiempos, y con Sugar, el trío con el que grabó un par de álbumes antológicos en los primeros noventa.

Seguramente sus grabaciones en solitario nunca alcanzarán el impacto ni la influencia que logró con aquellos grupos, pero lo cierto es que en todos estos años, una treintena con el lapso de Sugar, ha ido acumulando momentos memorables. Nos recreamos con cinco de ellos.

"See a Little Light"

Incluida en el reflexivo y calmado "Workbook" (1989), su primer trabajo después de Hüsker Dü, "See a Little Light" es pop brillante y perfecto, con guitarras cristalinas que luego tendrían continuación en "If I Can Change Your Mind", ya con Sugar.    

"It's Too Late"

"Workbook" reveló a Mould como un compositor maduro y versátil, con registros insospechados para los seguidores de Húsker Dü. Su siguiente trabajo "Black Sheets of Rain", un año después, no fue tan inspirado, pero aún así contenía joyas como la contagiosa "It´s Too Late".

Deep Karma Canyon

Después del paréntesis de Sugar, Mould volvió a grabar con su nombre en 1996, con un álbum titulado justamente Bob Mould, como si de un debut se tratara. No hay duda de que el hombre estaba en plena forma, porque dejó una de sus mejores colecciones de canciones en solitario, entre ellas "Deep Karma Canyon”: melodía rebosante de euforia para una historia sombría sobre subir montañas imposibles y buscar en vano fórmulas para transformar la tristeza en felicidad.

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The Descent

En 2012, ya lejanas sus incursiones en la electrónica, Mould hizo una gira tocando íntegro "Copper Blue", el primer álbum de Sugar, veinte años después de su publicación. Recuperar aquellos sonidos y hacerlo en formato trío en compañía de Narducy y Wurster debió inspirarle porque "Silver Age" significó la apertura de un nuevo y productivo ciclo en su carrera. "The Descent" brilla en él como una de las canciones más definitivas.

I Don´t Know You Anymore

Otra de esas canciones marca de la factoría Bob Mould: guitarras desatadas, sonido crujiente y una amarga historia de desamor sobre descubrir que no conoces a quien creías saberte de memoria. Estaba incluida en "Beauty and Ruin", más duro y oscuro que su predecesor.