La simpatía es uno de los caminos que se pueden elegir para guiar una carrera musical, más si ésta es algo impredecible y gira siempre en torno a una mezcla entre lo experimental y el pop más clásico, ese donde la voz lo es casi todo y lo orgánico prima sobre lo artificial. Así son The Donefors, una formación canadiense, liderada por Janine Stoll, ex Ladybird Sideshow y Paul McDougall, guitarrista y compositor de canciones tan inesperadas como sus aficiones, decorar su casa con mapas o aprenderse las estadísticas del beisbol. Acompañados del bajista Liam Smith y del larguirucho Drian Lahaie (Superstack) a la batería, forman una banda mucho más cálida que el clima del que disfrutan en Ontario.
En abril publicaron su primer disco, How to have sex with canadians, con el que van abriendo una pequeña grieta en las colecciones de discos de numeroso público, que queda prendado de estas canciones con mayúsculas, envueltas con un celofán que las disfraza de simpleza, pero que ocultan una elaboración más compleja. Dicen de ellos que son la vanguardia canadiense, habría que preguntar ¿existen las vanguardias en el rock hoy en día? Yo lo dejaría en que son unos buenos músicos y compositores...que no es poco.