A la altura del tercer lunes de enero, la cuesta del primer mes del año se convierte en una rampa demasiado empinada. Las Navidades son ya un recuerdo, los propósitos del nuevo año empiezan a tambalearse, no estás adelgazando, adviertes que apuntarte otra vez a inglés ha sido tirar el dinero... Buff, si al menos pudieras echarte un cigarrito. Pero resulta que has dejado de fumar.
Hace once años, Cliff Arnal, un erudito investigador de la británica Universidad de Cardiff, se inventó ese rollo del Blue Monday. Pero, la verdad, tampoco hacía falta ser ingeniero. Mediados de enero, lunes, frío, cielo gris... huelgan las palabras.
Lo mejor contra el negro manto del Blue Monday es un tratamiento de choque. Y The Conecction lo tienen. Brad Marino y Geoff Palmer, alquimistas del power pop, han preparado un cóctel de antioxidantes infalible. El remedio se llama "Just For Fun" y está empaquetado y disponible en todas las farmacias desde diciembre.
En su nuevo álbum, The Connection, banda norteamericana originaria de New Hampshire, ha grabado diez versiones con un hilo conductor: la falta de pretensiones y el deseo de hacer suya la música que les hace disfrutar y por la que decidieron dedicarse a grabar discos y tocar conciertos.
Desfilan por el artefacto artistas y estilos diversos, pero llevados al terreno de The Connection todos parecen mucho más cercanos entre sí: Cheap Trick -"Southern Girls"-; Buddy Holly -"Think It Over"-; Rolling Stones -"No Expectations"; - Bob Seger -"Get Out of Denver"-; Gram Parsons -"Streets of Baltimore"-; el New York Dolls Sylvain Sylvain -"Teenage News"-; o George Thorogood -"Get A Haircut"-.
Todas suenas frescas y divertidas, pero algunas las bordan. Es el caso de "Other Guys Girls", de Dave Edmunds, un referente siempre presente en la música de The Connection. También el de "I Can Read Between The Lines", de Gary Lewis & The Playboys, envuelta en esas preciosas guitarras a lo Byrds y con esos coros beatlenianos, un primoroso homenaje al pop de los sesenta.
Y desde luego también es el caso de la canción elegida como single, la demoledora "Stay With Me", uno de los grandes clásicos de los Dictators, que grabaron en 1978 para su álbum "Bloodbrothers".
Entre los que han ayudado a Marino y Palme a completar "Just For Fun" destaca la colaboración de B-Face y Mass Giorgini, dos insignes protagonistas de la explosión pop punk de los noventa, el primero como miembro de Schreeching Weasel, The Queers o los Groovie Ghoulies, y el segundo como productor de esos y otros muchos grupos. B-Face toca el bajo en el álbum y Giorgini colabora en los controles.
"Just For Fun" se publicará en febrero en CD (Rum bar Records), pero desde hace semanas está disponible en formato digital.