Hace unos años mientras compraba unos discos el dependiente puso de fondo una música que me pareció muy atractiva y directamente le dije me llevo estos discos y el que está sonando. Resultó ser el disco de estreno de los Fountains of Wayne, grupo que aunque no tiene un éxito de masas, goza del respeto de los aficionados, ha seguido facturando buenos discos a los que uno se ha hecho adicto y se ha podido saber de ellos en revistas, radios y medios en general. Pues bien hace muy poco me ocurrió lo mismo con Shout Out Louds, me llevé el disco, lo reescuché y aún hoy ando sorprendido de que no sea más popular, porque es de estos discos que llegan muy bien al oido.
El disco, su segunda entrega, se titula Our Ill Wills y se ve lastrado o aupado, según se mire, por la primera canción, Tonight I Have to leave it, con un sonido estilo The Cure que es tan evidente que uno ya está influido todo el disco por ello. El caso es que no son en absoluto unos imitadores del grupo de Robert Smith, y tienen un tema, Impossible, que ya puede sonar a quien tú quieras, pero da gusto oirlo. El grupo de Estocolmo ha tenido una evolución hacia el pop bastante marcada desde su primer disco, que tenía guiños al punk rock y todavía no tenía muy definido un sonido característico, quizás por falta de medios en la producción, lo que hacía que las voces no estuvieran en la altura que les corresponde, vistos los resultados que han obtenido ahora. Se trata de un disco de música fresca, pop bien elaborado, que si no ha llegado a más gente probablemente se debe a las habilidades de marketing de su discográfica, porque méritos musicales se les ve a los chicos y chica de este combo. Supongo que los que les visteis en el Summercase disfrutasteis de lo lindo. Yo me lo perdí.