El otoño se presentó de improviso en Madrid. Inundaciones,  hojas (y árboles) caídos, rayos, centellas...Y un regalo envuelto en la fresca brisa y llegado desde Australia: Wade Jackson.

Desgraciadamente (para los que no estuvieron) solo unas pocas decenas de personas se reunieron en Moby Dick para escuchar al talentoso guitarrista y compositor. Había una oferta de precio reducido para las 50 primeras entradas. Seguramente todos los asistentes la disfrutaron.

Wade Jackson es un enorme guitarrista. Pero no es eso lo que le distingue. Lo habitual entre los virtuosos del instrumento es recrearse en solos y punteos solipistas, pero Wade no utiliza su imponente destreza para lucirse sino como medio para construir preciosas canciones en las que cada nota tiene un sentido.

Comenzó el concierto en solitario, guitarra y armónica,  con "The One I Want", una de las canciones de "Goodbye Rain, Hello Sunshine", su primer álbum, que repasó casi al completo. Para la segunda ya se le unió la sección rítmica nacional, Chema Fernández a la batería y Pedro Vizcaíno al bajo, que arroparon con eficacia al australiano.

Jackson fue desgranando las joyas de su repertorio, incluyendo las de su segundo trabajo, "Whiskey Alpha Delta Echo",   unas veces con doce cuerdas, otras con seis. Canciones deudoras de los Byrds, Big Star, Teenage Fanclub, The Beatles... pero con un sello propio:  "Como On Down",  "Tell my Wife (I Love Her So),""Valentine's  Day" ," Comming Back" , "All My Friends", "Carolina"...

Para cuando se acercaba el fin del concierto, los asistentes estaban totalmente entregados ante el despliegue de pericia, buen gusto y talento de Wade y sus canciones de belleza suave y crepuscular. Tan entregados que el músico tuvo que salir un par de veces. En las propinas,  la vibrante "How Long?" y también espacio para los tributos: "China Girl" de David  Bowie, donde exhibió voz de crooner, y "Sorrow" (The Merseys).

El imprevisto otoño madrileño en julio será pronto un recuerdo, pero la magia de Wade Jackson está aquí para quedarse (como el rock and roll en "Thirteen" de Big Star) y con suerte podremos seguir disfrutándolo mucho tiempo. Ojalá que la próxima vez seamos muchos más.

El concierto fue organizado por el sello zaragozano You Are The Cosmos, que edita los discos de Jackson y de otras "delicatessen" que, de otro modo, difícilmente llegarían hasta nuestros oidos. Antes y después del concierto sonaron canciones del segundo volumen de "Twelve String High", un recopilatoriode de bandas que emplean la guitarra de doce cuerdas que  You Are The Cosmos publicará en septiembre y que promete momentos tan placenteros como los que nos brindó el primero.

Y también una mención para Chema Fernández, el batería que transmutado en prestidigitador de las doce cuerdas  entretuvo la espera de Wade con Elvis Costello -"Oliver´s Army"- o Hüsker Dü -"These Important Years"- en nómina.