El inicio del álbum ya es todo una declaración de principios e intenciones.
Sonido de banda en vivo en el local de ensayo atacando lo que bien podría ser el número inicial de su concierto en un pequeño garito de rock'n'roll perdido en cualquier lugar del planeta Tierra.
Uno, dos, tres!! y el riff eterno de Keith Richards o Paul Westerberg, que para el caso viene a ser lo mismo. Nulas pretensiones de trascendencia y la fuente de la eterna juventud derramando elixires y vapores por doquier.
Brian Lisik es un desconocido, aunque veterano, músico cuyo hábitat natural son los remotos clubs del noreste de Ohio ((EEUU). Oriundo de la industriosa localidad de Akron -ya sabes Devo, Rubber City Rebels y Chrissie Hynde-. De alli son también los Black Keys y muchos de los neumáticos destinados a mover los modelos de la Ford y la General Motors.
Lisik factura honesto midwestern rock de cantautor. Actitud pura y dura, como el sonido de las guitarras que envuelven todos las canciones de este humilde aunque irreprochable trabajo.
De los trece cortes, los titulados "Don't like nobody" , "Colorado Avenue" y "Heart a hand" rememoran a un Springsteen iniciático y barbilampiño.
"Bye bye love" es puro Mellencamp etapa "Lonesome Jubilee". "Another Friday Night" es una bomba incendiaria de garage punk. Todo lo contrario a "Indescribable", una sentida balada de melancolía junto al piano. Igual que "The song remains unnamed", aunque esta vez con evocadoras acústicas y slide.
El medio tempo de "Tombstone phone call" parece sacado del repertorio de Roger Clyne & The Peacemakers. Y "Feudal nights" encajaría sin problemas en el repertorio de los últimos Replacements.
La joyita de la corona a ritmo de swing y cócteles nocturnos responde al acrónimo de "I.D.W.T.I.C." ( que nadie me pregunte que narices significa ). Lo que sí puedo afirmar es que es un temazo digno del Jeff Tweedy más inspirado. Para el cierre del disco pegan fuego al arsenal a ritmo cuasi hardcore para pedirnos disculpas innecesarias implementando unos beodos "We're sorry....We're sorry" que sirven para provocar la sonrisa cómplice del oyente.
Brian Lisik y sus Desafortunados son unos rockers de pro que pueden presumir de haber publicado uno de los discos más completos de Rock Americano de la temporada. Alíi donde la fuerza y las melodías se mezclan en dosis estratégicamente calculadas.