Lemonheads - Lovey

Evan Dando podría ser una estrella de rock de manual: buenas canciones, caprichos, rarezas, drogas, altibajos y vuelta a empezar. Pero lo cierto es que su facilidad para irse por los laterales es tan constante como imprevisible. Ya lo advirtió en Lil’ seed, nadie desde un despacho le iba a decir lo que tenía que hacer, y en este caso, sí que lo ha cumplido a rajatabla.

 

Some office block

Tells me when I can talk

Tells me when I can joke

Tells me what I can smoke

Pasota de la promoción, siempre ha preferido las compañías femeninas a una buena entrevista. En su haber figuran un buen puñado de celebrities y modelos - Kate Moos, Kylie Minogue, Mia Kirshner, Bijou Philips, o su mujer, por un periodo no muy largo, Elisabeth Moses – y su amiga y compañera musical en The Lemonheads, Juliana Hatfield. A pesar de todo él afirma que lleva una vida tranquila, ajena al famoseo, que solo se permite alguna excentricidad de vez en cuando, y que lo que le hace feliz es tocar.

La realidad es que su carrera musical tiene casi tantas coles como lechugas y eso hace que tanto sus fans como la crítica a veces queden descolocados ante tanta dejadez. Sin embargo, su personalidad incisiva, plasmada en muchos de los temas, su simpatía y verborrea que, junto a la presencia física, le da puntos a su favor, y algunos temas como Into your arms que resultan deliciosas para el oido, forman un conjunto que le ha llevado a tener su espacio en el hall of fame de Boston

Nacidos en la eclosión del grunge, Lemonheads siempre ha tenido doble personalidad en sus composiciones. Por un lado una tendencia ruidista, que llevaban a su extremo con menos acierto que Sonic Youth o Dinosaur Jr., aunque revisiones como la de Mrs. Robinson les abriesen la puerta del éxito masivo, y por otro lado temas que entroncan con el country-rock como Half Time o Confetti donde las guitarras acústicas suavizaban el contexto, dejando paso al mejor Dando.

Half a time, incluida en Lovey (1990), fue uno de los grandes contrastes de un disco que abría de forma agresiva con Ballarat, una canción inspirada en Charles Manson. Después de la tralla inicial el segundo tema bajaba bruscamente el ritmo hasta convertirse casi en una balada, creando un anticipo de lo que sería el mejor álbum de la banda, It’s a shame about Ray.

Probablemente los directivos de Atlantic esperaban que se hablase de la versión más intimista de Dando y dejasen de lado los temas que adoraban los fans de Husker Dü, pero el momento tenía reservado su hueco de fama para los que metían ruido y las entrevistas giraban más en torno a Charles Manson que a su alma atormentada por los excesos.

Can't talk to you it's plain
Won't start to name my pain
Or forget I don't know why
You tugged the corner of my eye

El video no es el más espectacular del momento, pero tiene su gracia ver a Evan Dando en pantalones cortos, que sin duda no es la imagen más rockera que podría dar. Y uno de los entretenimientos oficiales: encontrar a Juliana Hatfield entre los actores.