El cantante australiano se junto con sus Bad Seeds el verano pasado para la grabación de su nuevo disco. Desde entonces anda jugando a la promoción a base de soltar muy pequeñas dosis de información de lo que puede ser un hito importante en su carrera, ya que se prevee un buen disco, y es posible que algo accesible al gran público, a juzgar por la única canción que de momento se puede escuchar. Su décimocuarto disco se lanzará el próximo 13 de marzo. El disco ha sido producido por el mismo Cave y Nick Launay, que ya colaboró con él en el anterior trabajo de Nick Cave and The Bad Seeds, y en el disco de Grinderman, la unión de Nick Cave y Warren Ellis.
La portada es de los británicos Tim Noble y Sue Webster, que saltaron a la fama en el 2000 con Apocalypse, una exposición colectiva celebrada en la Royal Academy of Arts de Londres.
Nick Cave es músico, poeta, actor, escritor y, a su pesar, un icono de la autodestrucción. Considerado un dios maldito en el Olimpo musical del Reino Unido, su vida ha dado muchas vueltas desde que formara los Birthday Party en su Australia natal, en plena eclosión del punk británico.
Desde que interpretara su primer single, versión de These boots are made for walking de Nancy Sinatra, ha pasado por diversas formaciones con The Bad Seeds, recorrió una temporada oscura llena de drogas y alcohol, encontró la salida de ese mundo de adicciones para convertirse en un adicto al trabajo, realizó unas colaboraciones inesperadas con Anita Lane y Kylie Minogue, y también tuvo tiempo para dejar para la posteridad un par de gemelos de su unión con la modelo británica Susie Bick.
Nick Cave es un artista con mayúsculas, de los que su curriculum aparece plagado de obras, de colaboraciones, de genialidades y de fracasos, nómada por naturaleza, en los noventa afirmaba no tener ni tocadiscos, hoy juega en internet con su nuevo trabajo.
