The Garage Players

No se quien fue el responsable, probablemente Manolo Calderón desde Onda Madrid, pero un buen día escuché Baby what's wrong de The Cynics y fue tal la alegría sonora que me entró que al día siguiente me fui a conseguir el Rock and Roll (1989) a Record Runner, que era uno de mis santuarios de entonces y que entre otras muchas hazañas dignas de mención fueron los que llenaron de grupos de garage las colecciones de discos de los madrileños. No miento si digo que oí el disco una y otra vez durante meses y que mi afición por el garage subió varios puntos durante aquella época, donde la lista de grupos que revivieron el sonido garaje de los sesenta formaron un grupo bastante enérgico en cuanto a actividad y calidad: Lyres, Fuzztones o Fleshtones vinieron, y siguen viniendo en el caso de estos últimos, en varias ocasiones para satisfacer el apetito guitarrero del momento.

 

Eso es lo que me me ha ocurrido con The Garage Players, un grupo madrileño con un camino aun por recorrer que se estrenaron con un ep de tres canciones, con temas como Las chicas de Latina, con video incluido, que recuerda a aquel en mi Barrio de The Snap, otro grupo garagero madrileño de finales de los 80. Con una producción modesta, que sin embargo permitía ver potencial en la banda,  les permitió continuar y posteriormente editaron Solo con Hielo (2013), también con video clip incluido y donde Chica Salvaje, incluida también en una versión acústica, tiene un sonido fresco, cañero y fiestero que no puedo evitar que me recuerde a los inicios de Siniestro Total y Los Nikis, una mezcla de mata Hippies en las Cies y Mi chica se ha ido a Katamandú pasada por el tamiz del sonido garage.  El tema Destello nos devuelve al siglo XXI, dejando un posible camino a desarrollar y el tema que da título al EP es una perla en bruto con estribillo pegadizo.

En Octubre de 2015 editaron con Clifford Records, Horas extras en el circo, grabado con la ayuda de Jorge Explosion y profundizando en los dos puntos fuertes del grupo, las guitarras como cuchillas y las letras de insipiración amoroso-cervecera. China de la Esquina o 27 son dos temas de la más pura ortodoxia garagera, mientras que Karpin explora un sonido inicialmente más limpio, envolviendo la historia hasta crearse una bola sonora después de cada estribillo. Selva Negra completa el disco con la representación festiva para los directos, donde las guitarras se afilan aun más si cabe.