"Boy About Town" es una lectura suculenta. Desde luego una golosina para los devotos del punk y la nueva ola. Y también para cualquiera que sienta pasión por la música, cualquier tipo de música, porque sumergirse en el viaje de descubrimiento adolescente de Anthony es volver a vivir el propio.

De paso, el libro ofrece un espléndido retrato, a pie de calle, de la vida cotidiana de un joven en el Londres de los setenta: el colegio, el fútbol, los primeros escarceos amorosos, la violencia, las tribus urbanas, la inmigración, el racismo... Y, por encima de cualquier cosa, la música.

En todo caso, "Boy About Town", escrito por Tony Fletcher y que llega a nosotros ahora gracias al primoroso trabajo de Ediciones Chelsea, tiene lo mejor que se le puede pedir a un libro: sus 222 páginas, más unas cuantas de fotos y recuerdos, se pasan en un suspiro. Cuando acaban sientes que no haya más y te quedas con ganas de conocer las siguientes aventuras de Anthony: qué pasó con sus proyectos en ciernes, con su grupo, con su fanzine, con sus ídolos, con su vida.

No es difícil saberlo, porque la biografía de Anthony (Tony Fletcher, escritor y crítico musical británico) está a un click en internet. Y también las de Paul Weller, Pete Townshend, el Capitán Sensible y el resto de la interminable lista de protagonistas que pasan por el libro... Pero claro, no es lo mismo. Ahí no hay una historia palpitante, sino un resumen de actividades y logros.

 

Las memorias adolescentes de Fletcher discurren casi en paralelo a "Jammin", el fanzine que pone en marcha con 11 años y se convierte en su salvoconducto a la escena musical londinense, que justo entonces vive uno de los momentos más efervescentes de su historia. Así que por las páginas de "Boy About Town" desfilan muchos de los actores principales, secundarios e incluso algunos de los extras del punk, la nueva ola, el ska de 2 Tone, el revival mod o los inicios del pospunk. También los sellos independientes, los estudios de grabación, los clubs, la BBC, Capital Radio, John Peel, las fiestas del colegio o el speed.

Con sencillez y buenas dosis de ironía, Fletcher cuenta lo que sus ojos adolescentes ven alrededor. Una perspectiva refrescante y que ahora resulta casi novedosa, porque refleja las sensaciones del momento, lo que las nuevas bandas representaban en aquellos días para el público juvenil, que a veces poco tiene que ver con cómo han pasado a la posteridad -los comentarios sobre los primeros The Police son un divertido ejemplo-.

Dentro de ese cuadro colorido y palpitante, y como puede suponerse por el título, The Jam ocupan un papel destacado. Su música entra en la vida de Anthony de forma casi fortuita pero enseguida se convierten en "su grupo". Después, o casi a la vez, la amabilidad y la consideración de Weller -sale muy bien parado en el relato- le proporcionan un billete de primera fila desde el que asiste a la conversión del trío en la banda más importante de Inglaterra.

Mejor no decir más. Lo bueno de "Boy About Town" no es contarlo, sino leerlo y disfrutarlo. Otra referencia imprescindible que añadir a la estupenda colección de Ediciones Chelsea, la editorial que impulsa Alejandro Díez (Flechazos, Cooper). La traducción del original (2013) es de  Ricky Gil (Brighton 64) y el prólogo, de Kiko Amat.