Lo mejor de la música es que la interpretación es personal y cada cual le pone su propio significado. Así nos evitamos muchas desilusiones.

A menudo lo que sientes al oir una canción no tiene nada que ver con lo que su autor quería transmitir. Este principio es aún más universal para los seguidores hispanoablantes del rock anglosajón, que normalmente ni saben ni les importa lo que cuenta la letra. 

La música vive en el mundo de los sentimientos, así que con frecuencia una canción queda asociada a un momento o una situación especial de tu vida.

"I Want You to Stay", de Australian Blonde, es una tierna y hasta algo lánguida historia de amor, -quiero que sigas a mi lado, que no me digas adiós- pero para mí, cosas de la vida, siempre sonará a 19 de mayo, a luz de primavera, a emoción.

"I Want You to Stay" pertenece a su álbum "Lay It on the Line", en el que Australian Blonde dieron un giro a su carrera y sustituyeron el "noise" y Dinosaur Jr por la música americana, con referencias como Wilco, Jayhawks o, remontándonos más atrás, los Byrds. El resultado fue una excelente colección de canciones y la crítica consideró el álbum su mejor trabajo.

Unos años antes, los asturianos habían marcado un hito en la independencia estatal al convertir su "Chup, Chup, Chup" en banda sonora de una bebida negruzca, azucarada, con mucha cafeína y que te provoca una eterna sonrisa, especialmente si la acompañan el líquido y los hielos adecuados.

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