Pogos, sudor y guitarras frenéticas secuestraron anoche la sala El Sol durante casi dos horas. El grupo madrileño La Paloma presentaba su primer EP, Una idea, pero es triste, con cinco temas nacidos en plena pandemia. Tras haber tocado en varios festivales a lo largo de 2021, han sabido sortear todos los obstáculos impuestos por la Covid-19 y dar su primer concierto con las entradas agotadas y todo el público de pie.

Fueron teloneados por Shanghai Baby, el proyecto en solitario de Ade Martín, bajista de Hinds, que lanzó su primer single, Congratulations, hace poco más de un mes. Ahora a los mandos de la guitarra, Ade conquistó al público con punteos melódicos que traen a la memoria las primeras de los Strokes. Entre ellos, el que será su segundo single, disponible a partir de este viernes 17, y una versión acelerada de Get It On de T. Rex con la que se despidió para dar paso a La Paloma.

Nico, Lucas, Rubén y Juan tuvieron un comienzo explosivo y rápidamente contagiaron su entusiasmo a los asistentes. Combinaron las canciones del EP con temas aún inéditos -El escalón, Caracola- que el público incluso logró aprenderse sobre la marcha. Ya está Siempre así trajeron los saltos desenfrenados y el ambiente se caldeó hasta alcanzar el punto culminante cuando sonaron los acordes de Bravo Murillo, la canción más esperada de la noche, que fue coreada de principio a fin por toda la sala ante la sorpresa de los propios músicos.

“En una terraza de Bravo Murillo espero a la muerte.

Espero tranquilo, espero sentado y espero también no volver a verte.”

Palos fue la última de la noche y Shanghai Baby y amigos del grupo se subieron al escenario para repetir a voz en grito “Quiero que me vuelvas a explicar lo que ha pasado”, la única frase del tema que cierra el EP. Un final excitante para una noche que nos devolvió la ilusión por la música en directo y un cuarteto prometedor que nos dejó con la sangre alterada y ganas de más.