Los grupos suelen tener una capacidad de evocación a la carta dependiente en gran parte del oyente. Así, si éste está en proceso de depresión post vacacional, las canciones le crearán un estado de necesidad y un arrebato por las Loterías y Apuestas del Estado insoportable o por el coleccionismo por fascículos de cualquier objeto inimaginable, que le eximirán de cualquier acto violento que haga. Pero si la imaginación del oyente va por otros derroteros podría sugerir momentos de pasión vital, de vivir situaciones sin freno o de lanzarse a descubrir el lado terrible que todos llevamos dentro.

   El mundo material o el pasional, o los dos juntos, porque Limboteque es un grupo de fusión, y combina nada menos que las influencias de siete personas, que no solo no se resume en no se qué o no se cual estilo, sino que nos devuelve a un bucle en el que también se mezclan tres idiomas, unas letras dignas de un guión de serie b, cabareteras y casi transgresoras, una serie de menciones institucionales que entre otras cosas apoyan el espinoso y desagradable asunto de la autoproducción - han ganado el certamen "Pop Rock Sona la Dipu 2009", que se celebró en Algemesí, cuyo premio era grabar un disco, nombrados grupo reveleación por Radio Klara y quedado segundos en el Heineken Greenspace - y una imagen que, como no, mezcla la diversión y la atracción fatal a partes iguales. Dicho esto parecería que estoy hablando de un popurri de canciones hecho por una charanga de Cádiz, pero no, a pesar de esta aparente confusión, Limboteque tienen una personalidad reconocible, en parte por la amplitud de registros de la voz de Carol García, que le sube a primera división al grupo, una sección de viento, con Hugo Canet al saxo,  que auna discrección y calidad,  y el buen hacer de David García para cohesionarlo todo, que no es poco, Xavi Bosch a la batería, Raul Ortells al bajo, Gerard Verger al piano y Camilo Gonzalez a la guitarra. El cd de mi coche, que harto de la ausencia de canción del verano y de lo flojo que estaba resultando el año se había atrincherado en unas recopilaciones de los sesenta ya añejas, ha decidido adoptar Mon Diable como disco de cabecera, por algo será.