La artista dublinesa, que tiene ahora 46 palos, publicó el pasado 16 de abril su sexto álbum, '11 Past the Hour', que en menos de dos semanas es número uno en su país y está entre los diez mejores de las exigentes listas del Reino Unido. Bocazas ha habido siempre y a Imelda se la ve particularmente contenta de haber desenmascarado ahora a uno de ellos.

Este disco mete a su autora directamente en el clan de los clásicos, esos grandes artistas capaces de vestir sus canciones con las mismas hechuras que otros lo han hecho antes, pero añadiéndoles un distintivo de clase personal. La Imelda que se hizo popular con su alegre rockabilly y que transitó ya en su anterior trabajo ('Live. Love. Flesh. Blood', 2017) hacia el pop más melódico tiene una excelente reputación entre los músicos de la otra orilla del Canal de La Mancha. Porque puede y porque quiere, en este trabajo presume de amigos y cuenta con colaboradores fuera de categoría como Ronnie Wood y Noel Gallagher, que aparecen en el muy sugerente tema de presentación, 'Just One Kiss'.

El guitarrista de los Stones asoma asimismo en 'Made to Love', la canción que dará nombre a la próxima gira de la irlandesa y que es, aparte de una sabrosa píldora de pop bailable, un himno que apuesta por la supervivencia del amor por encima de cualquier adversidad. Las activistas Gina Martin y Shola Mos-Shogbamimu, a las que Imelda conoció en los actos del Día de la Mujer y que no habían grabado en su vida, hacen los coros con la misma soltura que si llevaran toda la vida dedicadas a la música."Me escondo en todos. En el débil, en el pobre, en el perdido, en el que huye de la zona de peligro. En lugar de abrir los brazos sacaste una pistola. Llevo aquí alrededor de mil años. He sentido tu dolor, he llorado tus lágrimas. ¿Vas a matarme de nuevo en nombre del miedo, cuando todo lo que hago es amar? No tengas miedo de amar porque estamos hechos para amar". Eso cantan las tres valientes.

La fabulosa voz de Imelda May y el gusto para interpretar los temas la acercan a referentes de la talla de Shirley Bassey o Chrissie Hynde en temas como '11 Past the Hour' o 'Different Kinds of Love', fantástico despliegue de tonos vocales en un tema escrito a medias con la estadounidense Jennifer Decilveo. El disco contiene un buen puñado de grandes baladas entre las que brilla 'Don't Let Me Stand on My Own", que May compuso y canta con su actual pareja, Nial McNamee. Un alegato más a favor de esa complicidad sobre la que hacen equilibrios las pequeñas miserias de cada pareja.