STEVE EARLE - COPPERHEAD ROAD (1988)

POR JAVIER MUÑOZ

La idea de que el country es esa música amable que evoca grandes praderas, olor a vacas y al cowboy jurando amor eterno a Mary Lou es un estereotipo que rompe Steve Earle.

Este cantautor virginiano, criado en Texas y establecido en Nashville, de barbas ralas y pelo enmarañado (ya escaso) ha tenido una vida tumultuosa, incluida una temporada entre rejas por posesión de heroína, sin menoscabo de su talento para escribir estupendas canciones, un buen puñado de ellas para otros.

Un cowboy poco dócil
La calavera con las dos tibias cruzadas que ilustran la portada de su tercer trabajo, Copperhead Road, ya advierte de que nos topamos con un campero poco dócil.

El tema principal del álbum aúna su auténtico estilo. Comienzo pausado muy country, las acústicas y mandolinas se van abriendo paso al compás de la voz hiriente de Earle que relata la dura vida del profundo Estados Unidos. Unos tempos estupendos para que la canción crezca con la batería potente de Custer, los punteos de Bill Lloyd y la steel de Bucky Baxter.

The Devil's Right Hand, incluida en la oscarizada Brokeback Mountain en una diferente versión, es probablemente su tema más conocido. La historia de un pistolero cuyo revólver es la mano derecha del diablo, como le dice su madre. Aparente ritmo cansino para cobrar una intensidad penetrante, y los coros de Maria McKee, californiana de los recordados Lone Justice. Buen trabajo a la steel de Baxter.

El segundo corte, Snake Oil, se despierta con mandolinas, acústicas y el piano bluesy de John Jarvis hasta que se descuelgan las eléctricas con un subidón cañero en consonancia con la voz enérgica de Earle.

Fabuloso arranque de Even When I'm Blue, una de mis debilidades, con las guitarras aceradas de Donny Roberts y Bill Lloyd, bate como martillo pilón de Custer y piano de Jarvis pero con una cadencia contenida en la que Earle nos mece con una tierna declaración. "En mis sueños ella corre conmigo y me coge de la mano / Sé que es demasiado bonito para ser verdad que me ama incluso cuando estoy triste / Estoy seguro de que está en algún lugar y voy a buscarla".

Algarabía con The Pogues
Las huestes de Shane McGowan, los anglo-irlandeses The Pogues, estandartes del folk-punk, le acompañan con profusión de banjos, acordeones y flautas de palo en la alegre Johnny Come Lately, historia de dos generaciones de soldados.

Waiting On You, coescrita con el productor Richard Bennett, tiene un ritmo incisivo y paradas con un Earle reconciliador que espera a la chica. Crescendos con esa bate majestuosa de Custer y espléndidas eléctricas de Roberts y Lloyd.

Once You Love, compartida en la composición con Larry Crane, el guitarra muchos años de John Mellencamp, repite el compás de un comienzo atenuado con la estupenda steel de Baxter para irse envenenando en la garganta de Earle, suavizada por McKee, y una algarabía de guitarras, piano y armónica. ¡Qué delicia!

Back To The Wall, con recitado de Earle y el sostén brioso de la banda; You Belong To Me, en otro conseguido engranaje de las guitarras con la voz rabiosa y el bajo protagonista de Kelly Looney, así como el remanso de Nothing But A Child (de nuevo con la espléndida segunda voz de McKee) corroboran el buen maridaje entre el country y el rock que nos brinda este forajido.

Forajido en activo
Steve Earle ha tocado con frecuencia en España, hace unos años lo disfrutamos junto con su entonces pareja y reconocida artista campera Allison Moorer.

Lo más reciente es un disco a dúo con Shawn Colvin y unos bolos 'desenchufados' en California con Jackson Browne. Una pena que nos pille tan lejos, a algunos.

¡A disfrutarlo, háganme el favor!